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divendres, 29 de juliol del 2011

¿Innovación = Recuperación de "nuevas" costumbres?

Por Manuel Carrilero Cases y Miguel Ángel Mallol Boix,
estudiantes de Teoría y Práctica del Currículum de la EF

Compañerismo, competitividad, colaboración, esfuerzo, afán de superación, integración, respeto, tolerancia, disciplina, honestidad, lealtad,… ¿Cuántas veces habremos escuchado, que el deporte fomenta todos estos Valores y otros muchos más? Esto lo escuchamos en todas partes y en especial en las aulas que nos acogen en estos últimos años. Pero, ¿Tan bueno es el deporte que por el simple hecho de practicarlo ya crecen en nosotros estos valores? ¿Cualquier forma de práctica es válida? Quizá sí, o quizá no. En este aspecto no he recibido una formación específica que me distinga del resto de aficionados al deporte. No existe asignatura dedicada íntegramente a hacernos indagar en estos aspectos. En todo caso, algún profesor con buena voluntad y conocimiento de la materia se ha aventurado a enfrentarnos a dilemas éticos.

Esto ha de cambiar, hemos de innovar, adaptarnos a las necesidades que van aflorando. Qué bueno sería introducir una renovadora asignatura llamada “”Ética del deporte”, que nos hiciese pasar a todos por esa mínima toma de contacto con estos temas, aunque luego cada uno los asimile en su medida. ¡Espera! Creo que esta asignatura ya existía, antes, hace unos cuantos años. ¡Entonces no podemos utilizarla como proceso de innovación! ¿O sí? Innovar no consiste exclusivamente en implantar nuevos medios, conceptos o asignaturas. Quizá podríamos darle un nuevo sentido a esa antigua asignatura, darle un nuevo enfoque que le haga ganar peso en esta carrera.

Como decimos al principio del artículo, el deporte tiene un gran potencial para promover la asimilación de valores muy importantes. Posiblemente el deporte sea uno de los mejores medios para acceder a estos contenidos éticos. Sin embargo no contamos con una formación que nos permita trabajarlos teniendo un buen conocimiento en estos aspectos.

Posiblemente antes de querer dar un paso en esta innovación, deberíamos preguntarnos por qué esto es así, y porqué de cara al Grado desaparecen otros contenidos vinculados con la ética. Probablemente en este énfasis de querer satisfacer todas las demandas de actividad física de nuestra sociedad y de querer entrar en el círculo de dinero, del negocio que el deporte es hoy en día, nos hemos perdido por el camino. Hemos acabado siendo sirvientes de un sistema que deberíamos ser capaces de analizar, entender y manejar. Un Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte no es un técnico muy formado, ni con muchas habilitaciones para ser monitor de tal o entrenador de cual. Es una persona que ha estudiado la esencia del deporte, de la actividad física, que conoce en profundidad la materia y que no necesita aplicar recetas creadas por otros, porque él es su propio médico, el es capaz de extraer de su conocimiento el resultado para resolver interrogantes planteados, de forma razonada y razonable.

Pero todo corre el peligro de quedar en una idea y para ello es necesario un cambio. Hemos de reclamar una asignatura que trate “la ética del deporte”, así como contenidos obligatorios en buena parte de las asignaturas que trabajen estos temas. Pero claro, ¿Quién va a reclamar esto? ¿Los alumnos de 3º, 4º y 5º que ya están a un paso de lavarse las manos? ¿Los alumnos de Grado que poco saben de esto? Los primeros porque piensan que no es su guerra, que ya se apañaran los del Grado con su formación, y los segundos porque creerán que su formación, por provenir de un proceso “innovador” (Bolonia) es mejor. Ninguno hará nada. Pero estarán ambos equivocados, esta guerra es de todos, de nuestro colectivo será el estatus, de nuestro colectivo serán los derechos, para bien y para mal.

divendres, 31 de desembre del 2010

Sobre la adolescencia y el dopaje

Por David Gómez Mora,
estudiante de Diseño curricular de la EF

A estas alturas ya hay compañeros que han publicado artículos referentes al dopaje, no les culpo, está de moda y mucho más ahora con el revuelo de Marta Domínguez. Por cierto, aquí añado un vínculo para acceder a una entrevista que se le hizo en El País. Y también un blog muy interesante donde explican qué tipos de dopaje hay y cómo afectan al organismo.

No es que no le dé importancia al hecho en cuestión, sea verdad o mentira, yo ahí no voy a opinar, más que nada, porque sería mi opinión, sin ninguna fuente de información más que lo que dicen unos y otros.

Es cierto que “se nos prepara” para educar, para gestionar y para preparar a atletas de élite y personas que quieran sentirse bien y con una mejor salud, pero reconozcámoslo, la mayoría de nosotros está aquí porque quiere dedicarse a la enseñanza y ahí es donde está el verdadero reto de evitar el “doping”. Los deportistas de élite son “la élite”, juegan en una división diferente y por eso, por desgracia, en algunas fases de su vida tienen que pasar por decisiones como ¿me dopo para rendir más? ¿Me retiro? ¿Me conformo con mis resultados aunque no gane?... Los adolescentes, nuestros futuros alumnos, hijos, amigos, etc. son el verdadero reto.

Voy a contaros una parte de mi vida, que tiene que ver mucho con lo que quiero decir. Desde pequeño estuve en un club jugando al fútbol y me retiré a los 19 años. Estuvimos luchando para subir el equipo a primera juvenil y lo conseguimos, pero parece ser que al club no le parecíamos suficientemente buenos y decidieron traer a “estrellas”, cracks del fútbol, que, casualmente se drogaban. El resultado de todo aquello fue que el equipo se deshizo, la mitad se dedicó a salir de fiesta y “meterse de todo”, y el resto, entre los que me encuentro, optamos por la resignación, vergüenza y abandono del deporte que tanto nos gustaba. Como era obvio, el equipo duró en primera un año.

Soy de Elche, y la meta de todo futbolista allí, es que le fiche el C.F. Elche. Un amigo mío que jugó desde los 7 años conmigo, fue fichado por este equipo. Aún lo recuerdo, aunque, sobre todo, recuerdo la presión que ejercían sus padres sobre él. A los 2 años lo echaron del club, y aunque hubiera ido a otro equipo, esto hubiera supuesto bajar el listón, nada permitido en esta sociedad y mucho menos por sus padres. Así es que el resultado fue un abandono exagerado en todos los ámbitos de su vida: terminó obeso, drogadicto y alcohólico, por no hablar de los trastornos mentales y del intento de asesinato a sus padres y suicidio.

Hace ya 5 años que no vivo en Elche, y el ámbito deportivo en el que me he estado moviendo ha sido más que nada deporte por placer y salud. Este domingo viví algo que me hizo recordar todo aquello. Fui a un cross provincial de atletismo en Alcudia. Había competiciones de todas las categorías y todo transcurrió con normalidad hasta que le tocó el turno a las juveniles femeninas (entre 14 y 15 años). Era una competición de 3 km y cuando llevaban tan solo 1 km, la chica que iba en cuarta posición se retiró justo en el lugar donde estaban sus padres. La madre, toda indignada la empujaba con rabia para que continuara la carrera. El padre, que se encontraba a unos metros, saltó a la pista justo cuando pasaba todo el pelotón, para llegar antes a su hija, y lo que hizo fue propinarle un golpe a mano abierta en la espalda con tal fuerza que la chica, entre el cansancio y el golpe, casi se cayó de frente.

Estos actos son gran parte de los motivos que provocan abandonos, trastornos, depresión, “doping”… en los atletas adolescentes. Son los padres, entrenadores y el entorno hostil de éstos, los que provocan que el deporte pase de ser divertido y liberador a ser estresante e insatisfactorio en sí mismo.

Vale que pueda asumirse que para ser deportista de élite haya que pasar por todo eso, pero, ¿por qué? ¿Por qué nos cuesta cambiar algo que la sociedad ha impuesto pero que sabemos que está mal?, ¿por qué al deportista que llega en segunda posición no se le anima por lo bien que lo ha hecho y tan sólo se le critica infravalorando todo el esfuerzo que le ha costado llegar ahí? Compañeros, os aliento a intentar erradicar estas conductas que sólo consiguen daño, abandono, desilusión y odio. Os aliento a intentar transformar el deporte de hoy en día en lo que a mi juicio debería ser una forma de socialización y diversión.

divendres, 24 de desembre del 2010

Para correr como galgos...

Por Sandra Jiménez Hernández,
estudiante de Diseño curricular de la EF

El 9 de Diciembre de 2010, España amanece con una triste noticia para su deporte y, más concretamente, para el atletismo. Una vez más el dopaje hace correr ríos de tinta en los periódicos nacionales y abre todos los informativos. Pocas veces mi querido deporte sale en primera página, lo triste es que lo haga de esta forma.

La Guardia Civil ha iniciado una nueva investigación que ha destapado una gran trama de dopaje. En la llamada “Operación Galgo”, 14 personas han sido detenidas por un delito contra la salud pública por tráfico de sustancias estupefacientes. Seis de los implicados han sido ya interrogados y puestos en libertad sin cargos tras sus declaraciones. Los ocho restantes declararán los próximos días, entre ellos Marta Domínguez, el icono del atletismo femenino, una mujer caracterizada por tener valores de lucha, superación, fuerza,... ha perdido toda su credibilidad en un segundo. Todavía no se ha demostrado nada, pero su nombre y los resultados obtenidos hasta la fecha ya han sido manchados para siempre.

Todo esto crea una incertidumbre en la élite deportiva española, ¿Es todo una mentira? Nuestro deporte aunque goza de gran prestigio internacional por los logros conseguidos, se pone en duda ante casos como éste y otros que le preceden como la “Operación Puerto” y la “Operación Grial”. Pero aunque nos duela, gracias a estas operaciones estamos consiguiendo un deporte más limpio, y podemos estar orgullosos de que el que hace trampas, lo paga.

Y yo como atleta me pregunto ¿Cómo se llega hasta éste punto? ¿Merece la pena y es necesario arriesgar tu vida para triunfar en el deporte? ¿Hay que dejar de lado los valores para conseguir metales?

Lamentablemente, nuestra sociedad valora demasiado los resultados. La vida es una continua competición en la que el ganador es el mejor parado. Todos queremos ganar para tener un reconocimiento social que nos haga grandes y esto hace que muchos caigan en la tentación, pero el fin no justifica los medios y para “correr como galgos” no hace falta llegar hasta este punto. Además de esto, deberíamos tener en cuenta que si no se gana, no se cobra. Muchos deportistas llegan a estos extremos de poner en peligro sus vidas para poder vivir ¿Hay un fallo en el sistema de subvenciones? ¿Por qué el deporte no está remunerado como otro trabajo? ¿Por qué sólo valoramos las medallas y no el trabajo del día a día de nuestros deportistas?

En mi opinión, estamos llegando demasiado lejos porque cada vez hay más dinero y más intereses para buscar un mayor espectáculo que supera los límites fisiológicos de las personas. Se está jugando con la salud y se está sacando mucho dinero a costa de vidas de “ignorantes” que caen en la trampa. Últimamente, ha habido un aumento de muertes súbitas, suicidios y depresiones... Lo más duro es que médicos, entrenadores y compañeros de “faenas” estén metidos en el ajo.

El atletismo es un deporte muy sacrificado que requiere mucho trabajo y constancia para quienes quieren conseguir grandes resultados. Te lo juegas todo en una carrera, toda una temporada preparando un acontecimiento, una sola oportunidad para la gloria. Es muy difícil conseguirlo pero merece la pena intentarlo y cuando lo haces limpiamente te sientes realizado por haber conseguido tu sueño.

No todas son manzanas podridas dentro el frutero y una lista de atletas del equipo nacional realizaron un comunicado a través de la web de la R.F.E.A. en el que afirman que: "Queremos conservar los valores que el deporte de competición aporta a las sociedades modernas, la capacidad de superación, la colaboración y el trabajo en equipo, el esfuerzo, el compañerismo, el respeto a los adversarios, la disciplina, aprender a ganar y a perder, son activos muy preciados como para dejar que se ensucien con la falta de ética y la ambición desmedida”. Éstos son los valores que, nosotros como educadores, debemos transmitir desde las aulas y los que deben llegar a nuestros alumnos por parte de los entrenadores, clubes y, sobre todo, de los medios de comunicación, que deberían fomentar todo el deporte y no sacar titulares únicamente cuando hay trapos sucios o un gran logro, esto último, dependiendo del deporte, a veces ni sale.

En la educación debemos traspasar barreras, estamos formando a las personas del futuro, y hay que trasmitirles que en la vida tienen que luchar por lo que quieren. Que les van a ofrecer caminos más fáciles para conseguirlo, pero estos caminos no son los correctos y no deben caer en la trampa. Tienen que saber valorar las cosas y actuar de una manera ética, tener personalidad y decir NO ante estas propuestas, porque si todos colaboramos conseguiremos que la sociedad vaya a mejor.

dimecres, 22 de desembre del 2010

La base de la pirámide

Por Clara Ruiz Moreno,
estudiante de Diseño Curricular de la EF.

Con todo lo que está saliendo a la luz sobre la “Operación Galgo”, me viene a la mente, creándome gran desconcierto, el tema de las Becas deportivas. La mayoría de los deportistas que son protagonistas, por temas relacionados con el dopaje, reciben, tanto de Consejo Superior de Deportes, como de la Federación Española correspondiente grandes cantidades de dinero en concepto de Becas.

Partimos de la definición de la Real Academia de la Lengua Española, que define beca como “subvención para realizar estudios o investigaciones”, de lo que podemos extraer la conclusión de que se le otorga un concepto ligado a formación.

Consultando la normativa del Consejo Superior de Deportes (Real Decreto 971/2007) que hace referencia a los criterios que se siguen para considerar a una persona deportista de élite, podemos ver que son aspectos como haber representado a España en competiciones internacionales, seguir programas de los centros de alto rendimiento o que sean considerados deportistas de élite por su comunidad.

En la Comunidad de Aragón, por ejemplo, algunos de los criterios para considerar deportistas de élite son participar en JJOO, en ligas profesionales, en el Tour de Francia o en Torneos ATP. Me parece acertado que se les considere “deportistas de élite”, pero mi desconcierto está provocado por los criterios que se siguen a la hora de conceder las becas, ya que en la mayoría de los casos, se otorgan a deportistas que ya están consolidados. Como muestra la circular 71/2010 de la Real Federación Española de Atletismo, las becas se atribuyen en función de los resultados a nivel mundial en los últimos campeonatos. Me gustaría destacar el último apartado de dicha circular: "Becas E, para atletas que no estén incluidos en ninguno de los anteriores niveles, y que tengan una clara proyección para participar en los JJOO de Londres 2012". Desde mi punto de vista, se debería tener más en cuenta este apartado, en el que se favorece a deportista con proyección, ya sea de cara a los JJOO de Londres, como a otro tipo de competiciones.

Creo que los deportistas que se codean entre los medallistas a nivel mundial, tienen medios suficientes como para poder preparar con garantías estas competiciones. Asignando becas a los deportistas con proyección se creará una gran base para asegurar el futuro del deporte español, ya que si las mayores becas las reciben los deportistas ya consolidados, que en un futuro no muy lejano deberán retirarse, se producirá un vacío generacional muy difícil de solucionar.

Todo gran deportista sabe (o debería de saber) que su carrera profesional tiene un final, puesto que las edades de máximo rendimiento no son muy altas (teniendo siempre en cuenta disciplinas y excepciones). Por lo que conceder las becas de mayor importe a los atletas más consagrados que tienen una cierta edad, puede hacerles creer que pueden estar “chupando del bote” hasta que ellos quieran. En este momento puede darse el caso en el que algún deportista, intente alargar su carrera por TODOS los métodos y medios posibles.

Pero planteémonos una cosa: ¿no seremos nosotros mismos los culpables de todo esto? ¿a qué le damos importancia, a la emergencia de jóvenes promesas o la consecución de “x” medallas? Desde nuestro papel de docentes tenemos la “responsabilidad” de enseñar a los jóvenes a valorar otras cosas, no sólo los resultados. ¿Qué es más frecuente oír, Messi marcó ayer 2 goles o el Barcelona jugó con 7 canteranos? U otro ejemplo: ¿sólo hemos conseguido una medalla en el Mundial o España ha logrado clasificar a 16 atletas?

Bajando a niveles en los que nos encontramos diariamente, tenemos que poner mayor énfasis en la participación activa de los jóvenes, que sean realmente ellos los protagonistas de los acontecimientos, por el simple hecho de llenar las calles y rincones de la cuidad de deporte, sin importar los resultados.

Lo que quiero decir con esto es que premiando los resultados por encima de todo, estamos haciendo que se refuerce a los deportistas que tienen mayores posibilidades de alcanzar la cima, dejando la base de la pirámide despoblada. Y sin una buena base, ¿se puede alcanzar la cima?

Noticias como ésta, encontrada en el Periódico El País el 6 de Diciembre de 2010 , hacen que me reafirme todavía más en la postura que estoy defendiendo. Se trata de un joven saltador de longitud, que acaba de terminar sus estudios de formación profesional, y que gracias al apoyo del Plan ADO puede dejar de trabajar para dedicarse a entrenar exclusivamente . “Tras ganar el campeonato de España entró en el programa de becas ADO, lo que le da una mínima solvencia económica para alejarse de los despachos y pensar sólo en brincar.”

dijous, 16 de desembre del 2010

¿Dónde están los valores del deporte?

Por Ainoa Roldán Aliaga,
estudiante de Diseño curricular de la EF

Desde el pasado jueves a mediodía hemos sido testigos de un acontecimiento nada agradable para el deporte español, un nuevo escándalo de dopaje. Tanto los medios escritos, como los audiovisuales o los radiofónicos se han hecho eco de la noticia y, además de lo obvio, yo me planteo algunas preguntas: ¿por qué sólo acaparan portadas otros deportes que no son el fútbol cuando surge un escándalo de éste tipo? Véase también el caso Contador, aún sin solucionar y que después de esto adquiere más fuerza la sospecha; ¿Qué lleva a los deportistas de alto rendimiento a cometer estos actos? ¿Qué sienten los niños de las escuelas deportivas al ver sus mitos caídos? ¿Qué hace la sociedad al respecto?

El tema del dopaje está ya muy visto, por desgracia, en nuestro deporte y, desde aquí, lo que me gustaría sería plantear un enfoque desde el punto de vista de la educación física, de cómo nuestra materia podría ofrecer una alternativa.

La sociedad actual vive una crisis de valores importante, no hay más que pararse a escuchar cualquier telediario o leer cualquier periódico para ver que “hecha la ley, hecha la trampa” y siguiendo este ideal el mundo del deporte no iba a ser menos. La WADA (World Anti-Doping Agency) actualiza cada año una lista de sustancias prohibidas que favorecen el rendimiento de los deportistas, pero muchos o buscan otras sustancias para evitar ser sancionados o ni se preocupan por si serán “pillados”, las consumen y ya se verá.

El gran escándalo de estos días se ha destapado porque uno de los deportistas sancionados, Paquillo Fernández, ha colaborado con la policía para ver reducida su sanción. Sólo escuchar esto ya plantea un sentimiento de rabia importante porque mientras se dopaba no declaró nada, obviamente se beneficiaba, pero ahora ¿qué es un “chivato” porque quiere volver a competir? ¿Traiciona a sus colegas? ¿Cómo sabemos que volverá a competir sin tomar ninguna sustancia? Con esto no estoy justificando nada, al contrario pienso que si es una forma de acabar con el problema adelante pero no creo que rebajar la sanción sea una buena recompensa pues el acto sigue siendo el mismo.

Por otro lado, lo nuevo de este caso, llamado por los agentes policiales “Operación Galgo” es que la considerada mejor deportista del año, Marta Domínguez, es sospechosa de traficar con sustancias dopantes. No sé qué es peor si doparse o ser traficante y beneficiarte del mal ajeno y que conste que no estoy acusando a nadie, es inocente hasta que se demuestre lo contrario, para mí también es una leyenda. ¿Es tanta la tentación del que tiene mucho y quiere tener mucho más? ¿Se sienten satisfechos cuando ganan sabiendo que no ha sido gracias a su esfuerzo? ¿Qué sentido entonces tiene el deporte de alto rendimiento?

Creo que, en este punto, es donde la educación física puede jugar un papel muy importante y, hoy en día, no lo estamos aprovechando. Se sigue explicando lo que es un calentamiento, las reglas de un deporte concreto o la técnica de esos deportes pero ¿está preparado el profesor de educación física para explicar la caída de un mito por culpa del doping? Hablar de competencias básicas no es solo relacionar la educación física con otras materias, pienso que es crear una unión entre las materias que se imparten en los colegios con la sociedad en la que vivimos, no podemos enseñar una realidad y salir y encontrarnos otra. Debemos explicar a nuestros alumnos que el dopaje está a la orden del día, que cualquiera que se dedique al alto rendimiento estará tentado a ello pero que deben recordar porqué han querido seguir en la competición, pensar en el camino que han recorrido y en que no se puede renunciar a unos valores de trabajo y constancia por un poco más de dinero, que no tiene sentido “meterse” nada porque al final te van a coger y nada de lo que hayas hecho, con o sin dopaje, va a servir porque habrán perdido toda credibilidad. No debemos confiar en lo que transmite el deporte de manera intrínseca porque después de todo hay algo extrínseco que lo corrompe, debemos proporcionar los medios para hacer frente a esa perturbación externa.

Hoy el ejemplo de muchos niños y niñas son estos deportistas sospechosos. Quizá si el ejemplo estuviera en el aula, el mito no sería tan grande y la caída no sería tan fuerte. El deporte es sinónimo de valores como la constancia, el esfuerzo, el compañerismo, la cooperación… ¿qué es lo que ha pasado? ¿No era verdad esto que nos decían o es que al crecer nos cegamos con todo aquello que se pretende evitar desde el deporte?

dilluns, 29 de novembre del 2010

Tractament de mercaderies als centres educatius: l'esport

Per Antonio Hernández Martínez,
estudiant de Disseny curricular de l'EF

Què passa amb els esports a la societat actual? Passen moltes coses, de bones i de roïnes, tan sols que la balança de la importància que se li dóna a allò bo i a allò roí em sembla desequilibrada i per tant vull fer unes reflexions sobre la responsabilitat que els professors d’Educació Física tenim al respecte.

Què fa que tinguen tanta importància els esports a la nostra societat? El seu espectacle pot ser és el que té la capacitat de moure la societat en massa i, per tant, el principal atractiu de negoci. A partir d’ací s’engega un procés comercial i d’interessos difícil de parar. Socialment, l’esport té una consideració molt bona, encara funciona el seu vincle a la salut, a la disciplina, als bons comportaments i una caterva de bons atributs que l’ajuden a ser una mercaderia perfecta. Però es parla menys de tots uns altres fenòmens que l’envolten i no en són tan positius: dòping, pràctiques no saludables, perillositat de l’alt rendiment, violència als espectacles, consumisme, instrument de benefici polític, mesura d’estatus i poder dels estats... Amb tot açò, que no és poc i em deixe molt, pense que es respira cert conformisme. A més, caldria desvincular l’esport, com a tal, del que és pràctica d’activitat física. Aquestos dos termes, que un inclou l’altre, curiosament a la societat en general no és que es confonguen, més bé, el que passa és que el terme esport, més reduït en quant a àmbit, eclipsa el concepte d’activitat física, negant així l’accés a tot un ventall de possibilitats. A l’àmbit de l’educació física, aquest eclipsi hauria d’estar fermament vigilat adoptant una postura equilibradora i amb un plantejament de justícia curricular.

Tradicionalment, l’esport ha estat un bon element per a entretenir, manipular i controlar la gran massa, sembla que hui en dia les coses han canviat ben poc, tan sols el transfons que abans era polític potser ara també és econòmic i continua, per tant, sent una forma de controlar la societat.

Els bons atributs de l’esport es subratllen quan realment van a la baixa i els dolents s’amaguen, es normalitzen o es fan bons i a més van a l’alça. Un exemple: amb el dòping cada volta es fan pràctiques més rebuscades que s’allunyen radicalment d’eixe hipotètic esperit esportiu de joc net i de cavallers. Tot això està present i pot ser per a la gran massa són temes ja passats de moda o totalment controlats. El problema principal que esdevé és la poca ètica que es mostra i, per tant, es transmet mitjançant la normalització de la situació i la transformació d’aquestes males pràctiques en focus d’atenció, en una opció més, en audiència televisiva... en definitiva, transformació en mercaderia susceptible de produir benefici.

L’esport com a negoci, allotjat als grans esdeveniments, és una altra veta ben atractiva per clavar cullerada a nivell econòmic i polític, i sorprenentment: la massa contenta i tranquil·litzada amb arguments d’activació econòmica, del llançament turístic i la creació de llocs de treball; però a canvi de què? Moltes vegades a canvi del patrocini desmesurat amb diners públics d’activitats que no són una necessitat per a la societat, corrupció política, molèsties per als veïns, desatenció de les necessitats socials més bàsiques, retall de pressupostos per a activitats socials i culturals més productives... I un aspecte ben preocupant, la intromissió en el terreny de l’Educació Física per tal de promocionar, i d’alguna manera imposar, la pràctica esportiva de torn que genera benefici. Haurem de dir alguna cosa els professionals al respecte, no?

Els professionals de l’Educació Física tenim una responsabilitat, almenys, de transmetre una visió crítica que provoque la reflexió i l’opinió de l’alumnat per tal de que no es convertisca l’acte educatiu en un engranatge més lligat a la corretja transmissora de la inèrcia convenient basada en l’enriquiment econòmic i el benefici polític. Si una vegada analitzat el tema algun alumne o professor tria deixar-se dur per el corrent ambiental ho farà, però almenys haurem fet una marca a l’engranatge transmissor i a cada volta sonarà un “tec”, que pot ser de moment s’ignore, però per sempre deixarà l’opció d’escoltar-lo i parar a veure altres formes possibles de fer.

Al front del nostre alumnat, primer caldria inspirar fort i creure en el nostre poder i capacitat per a donar una visió que atenga a les manques d’informació que no casualment i sí “causualment” es donen per part d’administracions i entitats comercials. Expirant lentament, anar fent amb un cervell més pràctic, intuïtiu i ètic que racional tot el que podem, sense oblidar allò del currículum ocult, el sentir i la passió. Establirem així una base de principis ètics, democràtics i de justícia social polivalents que ens facilitaran la tasca de donar amb la fórmula màgica de cada moment i per a cada moment.