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dimarts, 15 de gener del 2013

Las nuevas tecnologías en la educación

Por María Sánchez Aranda,
estudiante de Metodología de la Enseñanza de la AF y el Deporte

Bien sabemos que el uso de las tecnologías está a la orden del día. Muchas de las actividades cotidianas que realizamos precisan ya de este tipo de elementos. Las nuevas tecnologías nos han ayudado a desarrollar algunas actividades de manera más cómoda y sencilla, otras están más relacionadas con el entretenimiento, la comunicación o la información. De esta forma, con el uso indiscriminado de todos estos productos nos hemos convertido en personas acomodadas que, en muchos casos, no podrían llevar a cabo su vida diaria sin aparatos electrónicos que les ayudaran. Así, hemos dejado de valorar algunos aspectos de la vida que ayudan también a nuestro desarrollo y satisfacción, como pueden ser las personas, la naturaleza o el tiempo libre. Relacionado con esto encontramos el enunciado que dijo Albert Einstein, “Temo el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. El mundo sólo tendrá una generación de idiotas”.

La tecnología va cambiando conforme va pasando el tiempo, y cada vez con más rapidez. Está cambiando la sociedad, y en consecuencia nuestra forma de aprender, desarrollarnos y pensar. Es por ello necesario que se adecuen y adapten estos elementos tecnológicos a la educación y la enseñanza en las escuelas de manera que las nuevas generaciones puedan seguir caminando hacia el futuro y no se queden estancadas en el pasado, o dicho de otra manera, que adaptemos la formación a la realidad social que nos envuelve.

Como podemos ver en el vídeo de Ken Robinson sobre el pensamiento divergente, la sociedad y la tecnología van avanzando y la educación no puede quedarse atrás como está haciendo. Como acabamos de decir, el uso de estas tecnologías se ha convertido en una necesidad para todo el mundo y es menester que desde pequeños los niños vayan relacionándose con ellas, pero no abusando de videojuegos, ordenadores o móviles, sino enseñándoles todas las posibilidades y recursos que ofrecen y cómo utilizarlos con responsabilidad, para que así, poco a poco vayan formando su propio espíritu crítico de manera que puedan evaluar aquello que se les presenta y puedan decidir si lo que se les ofrece es valioso o no lo es.

Como elementos integradores en las aulas considero que estos mecanismos pueden ser muy beneficiosos para niños y profesores ya que ofrece muchas ventajas respecto al método de enseñanza tradicional. Es un buen elemento para el desarrollo de la creatividad de los niños porque ofrece más posibilidades de investigación y aprendizaje que los clásicos libros, asegura el acceso de todos los alumnos a los mismos contenidos y ayuda al aprendizaje autónomo. Con el uso de estos elementos en las aulas se puede conseguir más atención e interés por ser una manera innovadora y atractiva de presentar los contenidos, se pueden utilizar muchos recursos y aplicaciones de internet y fomentar el aprendizaje significativo y autónomo.

Imagen extraída de la presentación de Santos (2009)
Por otro lado, para impartir las clases con elementos electrónicos es necesario manejarlos con soltura y facilidad, ya que al aparecer cualquier duda o error son los profesores los que han de solucionarlo. De este modo, aunque sepan de las ventajas y beneficios que puede ofrecer la enseñanza con las nuevas tecnologías son ellos los que han de decidir si llevar a cabo o no este estilo de enseñanza, y es que en muchos casos son ellos los que prefieren seguir con el método tradicional ya que, quizás, al haber aparecido estas tecnologías en unas edades más tardías que para los jóvenes les es más complicado el manejo y control del ámbito, por lo que se sienten más seguros utilizando materiales clásicos y rechazando así los nuevos instrumentos. Viendo la situación podríamos decir que para poder llevar a cabo este estilo de enseñanza sería necesaria una formación del profesorado que les enseñe cómo funcionan y de qué manera pueden utilizar todos estos medios, cómo pueden hacer más atractivas las clases con diferentes aplicaciones, programas, juegos o vídeos relacionados con la materia. Esta formación también podría ayudarles a adoptar una buena orientación de las diferentes opciones electrónicas hacia los contenidos a enseñar o incluso a combinar los elementos tradicionales con los tecnológicos para que progresivamente vayan avanzando hacia éstos últimos. 

Para concluir, como dice Santos (2009), profesor de Educación Infantil y Primaria, “no podemos continuar siendo profesores del siglo XX, enseñando contenidos del siglo XIX, a alumnos del siglo XXI”. Aunque no debemos tomar al pie de la letra estas palabras ya que no podemos generalizar tanto, pienso que representa bastante bien lo que he querido expresar anteriormente. Finalmente, añadir que tampoco debemos dejar de lado las relaciones sociales ni afectivas por el uso de elementos electrónicos, a mi parecer, como dice Murillo (2007) “debemos integrar el conocimiento con valores, afectos, emociones y experiencias prácticas”, intentando relacionar el uso de las tecnologías educativas con la colaboración e interacción entre los alumnos

Referencias:
Murillo (2007) Nuevas formas de trabajar en la clase: metodologías activas y colaborativas. En Blanco, F. (Dir) El desarrollo de competencias docentes en laformación del profesorado. Madrid, M.E.C. Colección Conocimiento Educativo

divendres, 29 de juliol del 2011

¿Todo cambio implica mejora?

Por Amalia del Valle Cebrián, Elena López Cañada y
Mª José Porcar
Orihuela,
estudiantes de Teoría y Práctica del Currículum de la EF

Cuando hablamos de innovación nos vienen a la cabeza distintos conceptos como son los de novedad, invento, cambio, progreso, e incluso mejora, pero… ¿Realmente obtenemos mejoras cuando innovamos en nuestras clases?

Desde el inicio de la elaboración de este trabajo se nos ocurre una cuestión considerablemente importante: ¿Qué es realmente innovar? En los últimos años, con la llegada masiva de nuevas tecnologías, han aparecido en las aulas distintos materiales nuevos que intentan provocar un cambio en el proceso de enseñanza para mejorar el aprendizaje, como pizarras digitales, presencia de ordenadores individuales, uso de materiales audiovisuales, etc. Estos aspectos de innovación nos guían hacia un mundo virtual que cada vez es más amplio y que en ciertos aspectos es tan nuevo para alumnos como para profesores. El dilema lo encontramos cuando debatimos si estos métodos favorecen el proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación escolar o por el contrario lo estanca o complica.

Una vez centrados en las clases de Educación Física, podemos encontrar en este sentido novedades o cambios en cuanto a la utilización de materiales tecnológicos, como la Nintendo Wii, la Eye Toy o la Xbox, que permiten al jugador realizar movimientos activos con la utilización de todo el cuerpo adentrándose en un mundo virtual. Pero, ¿realmente se utilizan estas tecnologías en las clases de Educación Física? Y si es así ¿son eficientes? ¿Se llegarían a lograr los objetivos marcados en estas clases con los videojuegos? ¿Podrían cambiarse los patios de las escuelas por un aula llena de videoconsolas?

Un ejemplo reciente lo encontramos en varios centros británicos de la ciudad de Worcestershire, que han incorporado consolas Wii en sus clases de Educación Física. Esta iniciativa se llevó a cabo debido a la poca atención que ofrecían los jóvenes hacia el ejercicio físico en la escuela. Se piensa que este cambio ofrece una solución para que los alumnos ejerciten su cuerpo, ya que de esta manera se produce un importante gasto calórico que ayuda a reducir el porcentaje de obesidad infantil, el cual es muy elevado actualmente. La decisión tomada por estos centros ha recibido el reconocimiento del organismo Youth Sports Trust, que admite que con este proyecto se puede conseguir un aumento de la participación de los jóvenes en actividades físicas.

Pero lo cierto es que hay estudios, como el realizado por la Universidad John Moore de Liverpool, que demuestra que la pérdida calórica ofrecida por estos aparatos es ínfima en comparación con el ejercicio físico o deporte real. A pesar de reconocer que los videojuegos estimulan la práctica física y, de este modo, ayuda a combatir la obesidad y sobrepeso infantil, este estudio afirma la necesidad de realizar una hora de práctica física real diaria para conseguir un gasto calórico elevado. Por tanto, no es sustituible la utilización de dichos aparatos por la práctica deportiva real.

Por otra parte, hay que tener en cuenta otros aspectos de la Educación Física, ¿qué ocurría con los valores intrínsecos y extrínsecos de las clases si las hiciéramos con videojuegos? Con estas nuevas tecnologías podemos motivar a los niños si los profesores no lo logran, pueden participar de manera más activa en las clases, incluso pueden practicar en casa, pero desaparecen muchos otros aspectos que son tanto o más importantes que los citados anteriormente como la cooperación, el compañerismo, la deportividad, la búsqueda del fair play, etc., y por tanto no cumplen todos los objetivos que existen actualmente en el currículum de dicha asignatura.

Con todo esto no queremos decir que el uso de videojuegos en los que se practica deporte de forma activa sea perjudicial para la salud sino que, tal y como comenta el artículo Los videojuegos activos y la salud de los jóvenes: Revisión de la investigación, de Vicente J. Beltrán, Alexandra Valencia y J. Pere Molina, es necesario analizarlos detenidamente y utilizarlos de forma consecuente con la práctica física, de manera que desarrollemos las clases obteniendo los beneficios deseados dentro del ámbito escolar.

Así pues, del mismo modo que el resto de actividades físicas en los videojuegos, es importante realizar los ejercicios con una buena higiene postural con tal de evitar lesiones. También es muy importante activar el organismo para producir adaptaciones en el mismo, es decir, es necesario que la actividad realizada tenga un mínimo de dinamismo para el organismo para que se provoquen mejoras en el niño y así cumplir los objetivos preestablecidos en la Educación Física.

Con todo lo dicho anteriormente, lo recomendable sería utilizar estas nuevas tecnologías en el caso de existir una desmotivación por parte de los alumnos y siempre combinándolas con sesiones tradicionales en las que, como hemos citado, ofrezcan una serie de valores que nunca nos proporcionaría un videojuego.



Referencias bibliográficas:
Beltrán, V.J., Valencia, A. y Molina, J.P. (2011). Los videojuegos activos y la salud de los jóvenes: revisión de la investigación. Revista Internacional de Medicina y Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. 10, 203-219.

García, E. (2008). Cinco escuelas británicas emplean Wii para evitar la obesidad. Meristation.com.

Martín, J.J. (2007) Jugar con la Wii no es equivalente a practicar deporte. Meristation.com

¿El sistema educativo necesita innovar?

Por Claudia Ribelles Galiana y Francisco Fuster Renau,
estudiantes de Teoría y Práctica del Currículum de la EF

La sociedad progresa. ¿Y nuestro sistema educativo?, ¿Hace falta un cambio educativo?, ¿Por qué?, ¿A gran escala o pequeña escala?

Si quisiéramos un cambio a gran escala se debería realizar una reforma en el sistema educativo, sobre aspectos estructurales, pero si queremos algo a menor escala deberemos realizar cambios cualitativos en las prácticas (estrategias docentes, estilos de enseñanza utilizados…).

A nuestro alcance, como docentes, tenemos el cambio a pequeña escala, pero que a nuestro parecer influye directamente a gran escala. Este cambio no es sino la innovación en las aulas. Y la innovación parece estar íntimamente ligada con las nuevas tecnologías.

Durante los últimos 10 años se ha estado introduciendo nuevas tecnologías en las aulas. Actualmente están al alcance de casi todos los centros educativos. Algunos de estos centros las introducen en sus estrategias educativas de una manera más notable. Algunos titulares también corroboran este hecho:

Más de 47.000 alumnos de la provincia (Málaga) contarán con un portátil el próximo curso".

"Educación llevará a 50 colegios más el modelo de centro inteligente" (hablamos un poco más en esta entrada”.

A la escuela con la tableta. Los centros educativos estadounidenses empiezan a implantar estos dispositivos en las clases". “Según el Ministerio de Educación español, el programa Escuela 2.0 ha distribuido en los dos últimos cursos 601.500 miniportátiles”.

Estos cambios tecnológicos afectan en el modo de dar las clases al profesor. Pero la duda es, ¿Han significado un cambio a mejor en el proceso de enseñanza-aprendizaje?

Creemos que las nuevas tecnologías, sin duda son una herramienta muy valiosa para la enseñanza del docente y el aprendizaje del alumno, pero por mucha tecnología que haya si el profesor no interviene en ese cambio, no se dará. Gran parte del cambio depende de lo que ellos piensen y hagan, que a su vez depende de los factores personales de cada cual.

Algunos expertos aseguran que utilizar estas tecnologías supone formar un alumno autónomo, capaz de resolver problemas, que es lo que vamos a tener que hacer en un futuro laboral. ¿Queremos que los alumnos se formen mediante nuevas tecnologías porque el mundo empresarial lo requiere? ¿Es el objetivo de la enseñanza el mundo laboral?.

El Ministro de Educación Ángel Gabilondo habla sobre las cuestiones planteadas: “Ha habido una misión pragmática de la educación, como si los estudios tuvieran como única finalidad el adestramiento profesional, es decir, hacer dóciles empleados”. “Tenemos que dar una formación integral para hacer extraordinarios ciudadanos”. “Hay que librarnos de una idea pragmatista de la educación y vincularla también a conocimientos básicos, a ciencia básica, porque sin ciencia básica no hay ciencia aplicada”. “Si la educación no tiene que ver con la formación integral de uno mismo y con la vinculación a una comunidad y su transformación a un país, es decir, si no tiene que ver con el cuidado y cultivo de uno mismo y el cuidado y cultivo de la sociedad no tengo ni idea de que otra cosa puede ser.” “La formación integral es la mejor garantía de empleabilidad”.

De modo que, cambiar tecnológicamente es bastante fácil, según la escala de Fullan, pero ¿Cambiar la estrategia docente, es fácil?La innovación tendrá sentido cuando el docente sepa darle utilidad a las mejoras tecnológicas, aplicándolas a los conocimientos que vaya adquiriendo con su continua formación. De poco sirve mejorar por fuera y seguir enseñando igual que hace 20 años.

Por otro lado pensamos, que la implatanción de nuevas tecnologías en el sistema educativo es positivo, pero no debe significar que se dejen de utilizar los libros. Como sabemos los libros son manuales que han tenido, tienen y tendrán un valor muy simbólico en el aprendizaje.

La idea que queremos transmitir es que la tecnología no se convierta en un producto de consumo (si no se ha convertido ya) y sepamos darle un uso correcto, lo que se traduciría en una mejora en la forma de enseñar del docente, que no es sino una transformación positiva del proceso enseñanza-aprendizaje, lo que significaría formar alumnos psíquica, física y socialmente más competentes, es decir, estaremos innovando.

Para finalizar, os mostramos dos vídeos que ayudan a reflexionar sobre este tema: