Por Manuel Carrilero Cases y Miguel Ángel Mallol Boix,
estudiantes de Teoría y Práctica del Currículum de la EF
Compañerismo, competitividad, colaboración, esfuerzo, afán de superación, integración, respeto, tolerancia, disciplina, honestidad, lealtad,… ¿Cuántas veces habremos escuchado, que el deporte fomenta todos estos Valores y otros muchos más? Esto lo escuchamos en todas partes y en especial en las aulas que nos acogen en estos últimos años. Pero, ¿Tan bueno es el deporte que por el simple hecho de practicarlo ya crecen en nosotros estos valores? ¿Cualquier forma de práctica es válida? Quizá sí, o quizá no. En este aspecto no he recibido una formación específica que me distinga del resto de aficionados al deporte. No existe asignatura dedicada íntegramente a hacernos indagar en estos aspectos. En todo caso, algún profesor con buena voluntad y conocimiento de la materia se ha aventurado a enfrentarnos a dilemas éticos.
Esto ha de cambiar, hemos de innovar, adaptarnos a las necesidades que van aflorando. Qué bueno sería introducir una renovadora asignatura llamada “”Ética del deporte”, que nos hiciese pasar a todos por esa mínima toma de contacto con estos temas, aunque luego cada uno los asimile en su medida. ¡Espera! Creo que esta asignatura ya existía, antes, hace unos cuantos años. ¡Entonces no podemos utilizarla como proceso de innovación! ¿O sí? Innovar no consiste exclusivamente en implantar nuevos medios, conceptos o asignaturas. Quizá podríamos darle un nuevo sentido a esa antigua asignatura, darle un nuevo enfoque que le haga ganar peso en esta carrera.
Como decimos al principio del artículo, el deporte tiene un gran potencial para promover la asimilación de valores muy importantes. Posiblemente el deporte sea uno de los mejores medios para acceder a estos contenidos éticos. Sin embargo no contamos con una formación que nos permita trabajarlos teniendo un buen conocimiento en estos aspectos.
Posiblemente antes de querer dar un paso en esta innovación, deberíamos preguntarnos por qué esto es así, y porqué de cara al Grado desaparecen otros contenidos vinculados con la ética. Probablemente en este énfasis de querer satisfacer todas las demandas de actividad física de nuestra sociedad y de querer entrar en el círculo de dinero, del negocio que el deporte es hoy en día, nos hemos perdido por el camino. Hemos acabado siendo sirvientes de un sistema que deberíamos ser capaces de analizar, entender y manejar. Un Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte no es un técnico muy formado, ni con muchas habilitaciones para ser monitor de tal o entrenador de cual. Es una persona que ha estudiado la esencia del deporte, de la actividad física, que conoce en profundidad la materia y que no necesita aplicar recetas creadas por otros, porque él es su propio médico, el es capaz de extraer de su conocimiento el resultado para resolver interrogantes planteados, de forma razonada y razonable.
Pero todo corre el peligro de quedar en una idea y para ello es necesario un cambio. Hemos de reclamar una asignatura que trate “la ética del deporte”, así como contenidos obligatorios en buena parte de las asignaturas que trabajen estos temas. Pero claro, ¿Quién va a reclamar esto? ¿Los alumnos de 3º, 4º y 5º que ya están a un paso de lavarse las manos? ¿Los alumnos de Grado que poco saben de esto? Los primeros porque piensan que no es su guerra, que ya se apañaran los del Grado con su formación, y los segundos porque creerán que su formación, por provenir de un proceso “innovador” (Bolonia) es mejor. Ninguno hará nada. Pero estarán ambos equivocados, esta guerra es de todos, de nuestro colectivo será el estatus, de nuestro colectivo serán los derechos, para bien y para mal.
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