divendres, 25 de novembre del 2011

El camino del juego

Por Nicolás Talón Bañón,
estudiante de Metodología de la enseñanza de la AF y el Deporte

Esta temporada va a ser mi quinto año como entrenador en una escuela de baloncesto (la de mi pueblo) y desde que empecé siempre he entrenado equipos de niños con una edad comprendida entre los 9 y los 11 años. Por necesidades de la escuela, me comunicaron que en este “año deportivo” me asignaban el equipo de “baby´s”, niños de 5 y 6 años, la más pequeña de todas las categorías.

Me presenté el primer día con la intención de que los niños aprendieran baloncesto, que es supuestamente lo que se espera de mí, así que preparé el entrenamiento teniendo como objetivo que se familiarizaran con este deporte. A raíz de mi anterior experiencia (con 9-11 años) adapté las actividades que ya domino a estas edades más tempranas, el resultado fue un auténtico caos: hubo peleas, lloros, falta de interés total, incluso hacer una simple fila fue casi imposible. No hace falta una mente brillante para darse cuenta de que se comportaban así porque no les gustaba lo que hacían.

Vi ante mí una cima muy alta: enseñarles baloncesto (o al menos iniciarlos en él) a doce niños y niñas que no saben formar un círculo y que no se lo han pasado bien con lo primero que les he puesto. Problema organizativo y motivacional.

Teniendo sólo en cuenta la primera parte del dilema, podría ponerlos en filas y hacerles ejercicios para trabajar habilidades. Los niños acatarían las órdenes, ejecutarían y punto. A base de repetir aprenderían a jugar y estarían controlados. Mando directo, y problema organizativo solucionado.

Sin embargo, pensé que los niños únicamente quieren entretenerse, jugar, les da igual al baloncesto, al balonmano o a la petanca. Los juegos son la solución para que se diviertan pero no solo eso, también son la “tapadera” para que aprendan: a través de ellos podemos enseñar a los niños algo que expuesto de otro modo no les despertaría tanta ilusión y entrega. Ya se ve en la forma de presentar las tareas: no es la misma cara la que te ponen cuando dices “vamos a jugar a…” que “vamos a hacer un ejercicio de...”. Los resultados fueron evidentes, los niños aprendían jugando y lo más importante: ¡se divertían! El juego significa para ellos diversión, lo contrario al ejercicio (concebido como un trabajo aburrido), tenía la posibilidad de enseñarles los contenidos de un ejercicio convencional a través de juegos. Tras probar y acertar, decidí entonces andar por ese camino y apostar por la espontaneidad y motivación del juego, sacrificando en parte el control de los ejercicios organizados.

Una vez clara mi “estrategia”, tenía que documentarme sobre juegos adecuados para esas edades y encontré un libro llamado Los juegos en la motricidad infantil de los 3 a los 6 años, de Ruíz et al. Además de una amplia selección de juegos incluía una parte teórica muy interesante en la cual enuncia firmemente: “en las edades tempranas existe la necesidad de una metodología lúdica del aprendizaje” (Ruíz et. al., 2003, p. 42). Lo que yo pensaba escrito en un libro especializado, como si me indicaran el camino con una señal enorme. Los autores sostienen que hay unos principios pedagógicos fundamentales en la educación de los niños: el principio de aprendizaje significativo, el de interacción con el medio, el de actividad, el de juego, el de interés, el de actividad asociada, el de creatividad y el de globalización. Tras leerlos detenidamente uno llega a la conclusión de que todos y cada uno de ellos están presentes en la actividad lúdica. ¿Es posible una educación a través del juego? Por supuesto, a través de una metodología lúdica adecuada.

Basar la enseñanza en el juego (dirigido) implica también un cambio en cómo me interpretan los niños, soy para ellos “el que hace los juegos”, sin embargo yo me veo más entrenador que nunca: estoy enseñándoles baloncesto… ¡y más cosas!

Un proceder basado en el juego es aplicable para cualquier aprendizaje que se quiera llevar a cabo en etapas tempranas. Volviendo a mi posición como entrenador, esto me hizo ver que utilizando dicha metodología no solo me sería útil para que aprendieran a jugar a baloncesto, también les transmitiría ciertos valores de solidaridad, afectividad, respeto, motivación… con (por ejemplo) el juego del pañuelo por parejas, que invita a asimilar conceptos como la interacción, cooperación, oposición, respeto a unas reglas… Eso es educación. Buscando más al fondo, me paré a pensar que esos niños y niñas van a pasar más de dos horas a la semana conmigo para jugar, puede que después de sus familiares cercanos y su maestro/a de escuela sea yo el siguiente educador, es una responsabilidad muy grande y a simple vista incluso puede asustar. Un cierto porcentaje de la educación de esos niños va a depender de mi competencia como “el que hace los juegos” y espero no fallarles. La cima sigue siendo muy alta pero el camino ya está trazado… ¡a jugar!

45 comentaris:

Pablo Sala Martínez ha dit...

Voy a comentar este post y en primer lugar quiero agradecerle a Nicolás su aportación a esta revista sobre el entrenamiento de baloncesto en niños pequeños. Nicolás y yo hemos sido algunos años rivales en la misma liga de baloncesto y por eso aprovecho para mandarle un saludo y comentarle el trabajo que estamos haciendo en la asignatura de planificación y evaluación.

Como he podido ver, vosotros estáis metidos de lleno en los tipos de metodología; bien a nosotros nos ha tocado contextualizar primero donde encuadraríamos la metodología y con esos conocimientos hemos elaborado un trabajo de planificación según los 2 modelos: técnico y deliberativo.

En mi grupo lo hemos hecho sobre un equipo de 9-10 años que entreno en mi pueblo y por eso me he parado a leer detenidamente la aportación de Nicolás. Si en el segundo cuatrimestre podemos ampliar nuestro trabajo, para el apartado de metodología te pediré que me pases de dónde has sacado esta información, jeje
Ahora nosotros hemos basado nuestra metodología en juegos cooperativos, al estilo del modelo integrado de Brenda Read (1988) para encuadrar cada una de nuestras necesidades en las diferentes situaciones que propone.

Enhorabuena por la publicación. Te veo pronto!

TureT ha dit...

Nicolás, comparto tu idea sobre como debe de ser la enseñanza en los grupos deportivos más jóvenes, es más, pienso que ni tan siquiera con niños de mayor edad tiene sentido una enseñanza exclusiva desde un modelo técnico, puesto que la automatización de acciones estereotipadas y alejadas del juego por ellas mismas no sirven para tener éxito en el deporte, no tienen sentido sino las encontramos dentro de un contexto real de juego, o de juegos deportivos.

Además esta misma mañana en el salón de grados de la facultad Santiago, un profesor que colabora con un grupo de investigación junto con otros profesores de nuestra facultad y que actualmente se encuentra en Fuerteventura, ha explicado un modelo comprensivo basado en la enseñanza mediante juegos y que precisamente evita algunos problemas de la iniciación deportiva como puede ser la separación entre niños buenos/malos motrizmente, entre mujeres y hombres y además es capaz de inculcar algunos valores como tu bien has dicho.

En mi opinión, en edades tempranas el entrenador ha de tener más la función de educador de valores que de la figura de entrenador que todos tenemos en la mente. Es muy importante que desde la base los niños aprendan a respetarse entre ellos y entre los que les rodean ( adversarios y árbitros). Para ellos, lo importante no es ganar ni perder, sino ir a jugar con sus amigos y divertirse con el deporte que sea.

Espero que tus niños sigan divirtiéndose y explorando sensaciones a través del deporte, y que esto sea una experiencia más para ti sobre como trabajar con un equipo de baloncesto. Enhorabuena Nicolás!

Borja ha dit...

Considero que el artículo expuesto por mi compañero va en consonancia con la manera que tengo de pensar. Yo también entreno a niños de 6-7 años en un equipo de fútbol. Me encontré exactamente con el mismo problema y lo solucioné de la misma manera, nada de ejercicios analíticos y más actividades lúdicas pero con un objetivo específico. Hasta ahí creo que toda persona que intente entrenar/educar a niños estará de acuerdo con esta filosofía; pero,¿ qué ocurre cuando un grupo de padres expresa que no está contento con estos métodos de enseñanza?
Mi experiencia en esta situación fue traumática, un grupo de padres pensaban que ellos no estaban pagando al club para que sus niños jueguen, sinó para enseñarles a jugar a fútbol pero sobretodo, ganar. Consideraban que entrenando de manera analítica sus niños aprenderían en mayor medida. Pero eso no es lo peor, también pretendían que cogiera a niños del equipo superior al mío para jugar partidos y así poder ganar. Mi respuesta a estas preguntas fue rotunda. Por lo que respecta a la enseñanza intente explicarle cual es mi filosofía de entrenamiento en esas edades, es decir, jugar y divertirse buscando un objetivo claro de enseñanza como la cooperación, respeto al compañero…
En cuanto a bajar otros jugadores les explique que si yo bajo a jugadores del equipo superior, sus niños jugarán menos minutos y posiblemente alguno de ellos se quedará sin jugar porque no puedo convocar a más de 14 niños en un partido. Bueno la respuesta de algunos padres a esta situación fue la siguiente: “hombre tienes que ver que jugadores lo hacen peor y esos serán los que menos jueguen”. Obviamente intente explicar que no iba a tomar esa solución porque no la consideraba la solución al problema y que los niños, sean mejor o peor en la tarea, necesitan jugar igual.
En definitiva, los padres pretendían unos entrenes enfocados en actividades analíticas puras y que ganarán partidos a toda costa.
Yo inmediatamente comunique la situación al responsable de la base exponiéndole el problema, en el cual la contestación fue que siguiera como hasta hoy, los niños son niños y deben jugar y disfrutar.

Hoy en día sigo teniendo discusiones con algunos padres por la manera de actuar con los jugadores, ¿qué medidas tomarías? ¿Creéis que fue correcta mi actuación o por el contrario si son los padres quienes exigen otro método, debo cambiar la manera de entrenar?
Yo entiendo que si son los padres quienes lo exigen, también tienen derecho a elegir la manera de educar a sus hijos pero por otro lado, yo tengo unos principios de educación que debo seguir.

vicent vidal ha dit...

Coincidisc totalment amb el que ha exposat Nicolàs. Al meu poble arbitre a futbol a xiquets d’aquestes edats i he pogut observar uns comportaments molt similars als que ha citat el nostre company. De la mateixa manera he pogut apreciar diferents formes d’actuar i d’ensenyar dels entrenadors que m’han fet reflexionar sobre aquest tema.

A edats tan primerenques els xiquets realitzen futbol, basquet, handbol... no perquè els agrada un esport en concret sinó perquè s’ho passen be jugant amb els seus companys.
L’esport aporta als xiquets diversió, a ells tant els fa guanyar o perdre, o fer-ho millor o pitjor, ells el que volen es divertir-se.

Dit açò, compartisc que hi ha que utilitzar els jocs com a mitjà d’ensenyança i educació. Amb els jocs anem a aconseguir que els xiquets a banda de passar una bona estona, adquirisquen unes determinades habilitats de l’esport que practiquen. A més aconseguirem que en tot moment romanguin motivats i no perdin il•lusió per practicar esport, amb la qual cosa fomentarem que practiquen un esport en el futur.

Per últim, com també s’ha exposat, considere que els jocs son un mitjà fonamental per a transmetre uns valor i educar integralment als xiquets. Gràcies a ells, podem educar als joves esportistes en el companyerisme, el respecte o la humilitat. Per tant en aquestes etapes iniciatives els entrenadors no han d’ofuscar-se amb aconseguir un resultats, sinó en aconseguir que els xiquets progressen tant esportiva com integralment. D’aquesta manera s’hauran alcançat els objectius i la millor eina de treball per abastar-los seràn els jocs.

enrique corella ha dit...

El post elaborado por Nicolás resulta de gran interés, ya que muchos de nosotros nos dedicamos como él a entrenar equipos de chiquillos y en varias ocasiones nos hemos visto en situaciones parecidas a las que cuenta en su artículo, y como no, es importante conocer cómo otras personas son capaces de resolver los problemas que surgen en el proceso de enseñanza-aprendizaje de un deporte y en los que todos los entrenadores nos vemos involucrados.

Soy de lo que piensa que el juego es una herramienta pedagógica capaz de producir los conocimientos suficientes subsanando la pesadez que pueden suponer en muchas ocasiones los ejercicios analíticos, y sobre todo en las primeras edades de las que estamos hablando y se hacen referencia en el post.

Debemos de vencer prejuicios tales como considerar que el realizar juegos en un entrenamiento de niños les impide progresar en su aprendizaje (referente al comentario de Borja y sus problemas con los padres).El juego expresa el interés por conocer, por interactuar con el mundo, por aprender, comprometerse y seguir determinadas reglas; el juego pone al participante en un lugar activo, lo obliga a tomar decisiones, a elegir y a procesar las consecuencias de sus actos. Los juegos no crean indisciplina; por el contrario, permiten canalizar las inquietudes de los chicos y alcanzar cooperativamente el objetivo deseado por todos: el aprendizaje.

Por todo ello, considero adecuada su aplicación durante las primeras edades de los niños/as en su inicio deportivo, eso sí, siempre que se apliquen de una forma constructiva y sabiendo en todo momento cuál son los objetivos de los mismos…Es importante también que cómo entrenadores y futuros profesionales, nos hagamos eco de las propuestas, documentos, libros o artículos de autores de gran prestigio como son José Devis o Carmen Peiró entre otros ( especialistas en el juego y su aplicación) con el fin de ampliar nuestros conocimientos y recursos.

Enrique Corella Escriche. Estudiante de Metodología de la enseñanza de AF

José Vicente García Pérez ha dit...

En una primera instancia se puede observar el gran interés que despierta este artículo a los compañeros y la facilidad para poder opinar acerca de él. Asimismo destaco el gran reto que le ha supuesto trabajar con niños más pequeños del que no todos han tenido la oportunidad de ser partícipes. He decidido intervenir en este artículo no solo por la cercanía del tema tratado sino porque comparto una experiencia muy similar a la de mi compañero Nico pero de forma inversa. Es decir, yo comencé el año pasado a entrenar a los querubines (hasta 6 años) de un equipo de fútbol y ahora he pasado a entrenar a los Infantiles (12 y 13 años) utilizando el terreno de juego grande, el de fútbol 11.

El cambio que he sentido ha sido enorme. No tiene nada que ver entrenar a una categoría que a otra como es lógico. En ambos casos me sentí nervioso los primeros días. Con los pequeños porque tenía que conseguir la forma de controlarlos y con los mayores para que me respetaran desde un principio. Y efectivamente, como comenta mi compañero con los querubines mi solución fue el juego. Utilizaba el juego prácticamente para todo: Para calentar, para conducir la pelota, para hacer pases… etc. Si estaban algo rebotados hacia una competición de carreras con el balón y los cansaba. Y para chutar a portería realmente con decirles que tenían que intentar marcar gol era suficiente motivo para participar. Realmente me sorprendieron muchísimo por lo que fueron capaces de realizar a través del juego. Para introducir esos juegos en las sesiones y elegirlos adecuadamente utilicé principalmente los conocimientos de Pepe Devís, con el que dábamos clase el año pasado. Muchos juegos que realizábamos en clase los adaptaba para conseguir un resultado acorde a la situación pedagógica. Fueron de gran ayuda esas clases para poder controlar a los pequeños y sobre todo para que aprendieran, que aprendieran jugando.

Los infantiles ya no vienen corriendo a abrazarte cuando te ven, ni lloran cada vez que se caen al suelo (y son muchas), ni te quieren invitar a su cumple; pero te permiten entrenar de una forma muy distinta, centrada mucho más en el rendimiento. Utilizas el juego, claro, pero ya no con tanta necesidad.

Estas dos experiencias tan seguidas me han servido mucho para saber adaptarme a cada una de las necesidades, pero sin duda el juego, con mayor o menor medida, siempre es una de las soluciones.


José Vicente García Pérez.

Francisco Javier Barberá García ha dit...

En primer lugar, deseo agradecer a Nicolás el haber compartido con nosotros su experiencia como entrenador de baloncesto, quizá a muchos de nosotros nos resulte útil lo que has expuesto en este post y quiero dejar constancia que comparto la utilización del juego con niños que están aprendiendo un deporte; incluso para deportistas más formados, es importante continuar su aprendizaje mediante este tipo de prácticas.

En mi caso, he arbitrado partidos de fútbol a niños de 5 y 6 años, categoría en la que se inician los niños que quieren practicar este deporte y por lo que podía apreciar, estos pequeños futbolistas solamente pensaban en jugar, desde el primer momento hasta el último corrían detrás del balón, avanzaban a campo contrario y chutaban a portería a la mínima posibilidad que tenían. Estaban tan inmersos en el juego que, en algunas ocasiones, no se daban cuenta de que habían traspasado la línea que limita el terreno de juego y me costaba trabajo detener el partido para que se reiniciara de forma correcta; apenas hacían faltas ya que siempre buscaban jugar la pelota y debía ser permisivo con infracciones como las “manos”, ya que no las hacían nunca de forma voluntaria y un excesivo castigo por mi parte de este tipo de infracciones detendría mucho el juego y desmotivaría a los niños. Solamente hace falta echar una rápida ojeada a los banquillos para comprobar las ganas que tienen los niños de sustituir a algún compañero para poder entrar a formar parte del juego, esto último también forma parte de mi experiencia cuando me iniciaba en el fútbol, solamente tenía ganas de jugar.

Como conclusión, cabría destacar la importancia de los juegos en edades tempranas, sobretodo, de aquellos que puedan tener una trasferencia a deportes con aspectos tácticos similares, ya que es positivo que el niño no se centre en un deporte en concreto y pueda practicar más de uno o cambiar de preferencia en un futuro. Posteriormente, una vez el niño se ha familiarizado con el juego, podemos iniciarlo en tareas para centrarnos en la mejora de la técnica específica del deporte, pero esto vendrá una vez el niño haya crecido a través del juego.

Marc Andreu Martínez ha dit...

En primer lloc m’agradaria felicitar a Nicolas pel post que a realitzat, pense que a banda d’interesant resulta útil. Esta temporada es el meu primer any com a entrenador d’handbol en una escola pública, hem considere de nivell “amateur”. Vaig començar al mes de setembre i, en els escassos tres mesos que duc en actiu, en nombroses ocasions hem resulta impossible mantindré l’ordre dels xiquets i introduir nous exercicis o jocs.

El equip que entrene esta composat per xiquets d’edats compreses entre els 10 i els 12 anys, es a dir, categoria infantil. Es tracta d’un programa d’integració orientat cap a aquells xiquets amb problemes familiars, socials o culturals. El primer dia d’entrenament tot resultà prou fàcil, però en els següents entrenaments, a mesura que la confiança augmentà, els xiquets es “desmadraren”. Resultava impossible manar un exercici sense cap interrupció; en comptes d’agafar el baló en la mà es dedicaven a jugar a futbet i a pegar pilotades per el pavelló. Ens trobarem en un doble problema: una falta total d’autoritat i problemes en la comunicació per la diversitat cultural dels jugadors (hi havia dos d’origen xinés i tres de procedència marroquí).

La situació arribà fins a un punt que resultava insostenible i, tant el meu amic com jo, decidirem suspendre temporalment els entrenaments fins que no trobarem una solució. Primer pensarem en expulsar als dos membres més conflictius, però resultava un tant immoral, ja que provenen de famílies problemàtiques. Aleshores optarem per, primer cridar als seus pares (mesura poc efectiva ja que passaren absolutament del tema) i segon canviar la metodologia d’entrenament (introduirem aspectes del model deliberatiu, fomentant valors com la cooperació i la amistat, i reemplaçant els components tècnics per lúdics).

La primera mesura no va servir per a res, però la segona canvià radicalment la dinàmica dels entrenaments. Actualment abans de començar a entrenar juguem a jocs derivats de l’handbol, com per exemple: “balon tir”, a pillar passant-se el baló o “la diana”(consisteix en derrocar objectes amb un mòbil). Pareix que els jocs canalitzen tota l’energia dels xiquet, actuen com a medicina contra l’ansietat i l’estrès i garanteixen l’atenció dels menors.

Per tot l’anterior puc afirmar que el model tècnic no es l’idoni per a ells. Com a entrenador “amateur”, aconselle introduir l’entrenament amb alguns jocs, per a més tard, incloure matisos tècnics i tàctics (però sense excedir-se).

Judit ha dit...

Trobe que aquest és un tema molt interessant, i moltes més persones de les que ho fan haurien de plantejar-se’l. Tots nosaltres, encara que no ho som, en un futur serem graduats en CAFE i sabem quines són les formes d’entrenar a xiquets de totes les edats, sempre depenent de les seues característiques tant biològiques com socials. Però i la gent que no està qualificada? Té totes estes coses en compte?



On més ocorre açò potser siga el cas del futbol. Com tots sabem actualment és l’esport rei en diferència i aquest fet arriba fins als xiquets, que ja siga per ser com els seus ídols, pels amics, o pels pares (després comentaré aquest tema), volen practicar-lo. S’apunten des de ben menuts a l’equipet del seu poble, dirigit per algú amb poca professionalitat o fins i tot per un aficionat i seguidor del futbol. Total, com són xiquets no ha de ser tant difícil... dons bé, en els xiquets és on més important és fa la presencia d’algú qualificat al capdavant d’aquests. Algú que tinga en compte que el que importa en els xiquets d’aquestes edats no és que aprenguen la tècnica del futbol (o de l’esport que siga) sinó que realitzen activitat física del tipus que siga i fomenten la formació integral de l’individu. Com es fa açò? Mitjançant els jocs, buscant sempre un caràcter lúdic, que motivarà als menuts cap al companyerisme, la socialització, l’aprenentatge d’uns valors en general i en segona estança aprendran la base de l’esport en qüestió.



Qui fa que açò siga possible no sempre pot fer-ho. Des de la mateixa escola o club esportiu busquen aconseguir el màxim rendiment de l’equip i marquen uns objectius a l’entrenador/a que han de complir els xiquets al finalitzar la temporada, com si del seu treball es tractara.

Igual o més influent encara, l’opinió i la pressió dels pares, qui demanen a l’entrenador que el seu fill siga qui més minuts jugue, i a aquest el sotmeten a una pressió continua per a que solament siga el millor deixant així tots els valors nombrats abans i solament hi haja egoisme, individualitat i falta de cohesió grupal.



Per això no és fàcil realitzar correctament la tasca d’un entrenador, partint ja d’unes limitacions. El que s’ha d’intentar fer quan ens trobem a alguna situació d’aquestes és explicar i fer entendre, tant als clubs com als propis pares, que és el que necessiten els xiquets, que per al rendiment i la competitivitat ja hi haurà temps!

2Fcafe Pelota Valenciana ha dit...

Primero, dar mi sincera enhorabuena a Nico, por la elaboración de este post y también, por poder controlar a ese grupo de niños que esta dirigiendo ahora.

Me puedo meter en la piel de Nico cuando dice que le costaba hacer una fila, un círculo...etc, porque este año he empezado a dirigir a un grupo de diez chiquillos de 5 años, que supuestamente están aprendiendo a jugar a pelota valenciana; y me pasa exactamente lo mismo que a Nico.
He de decir, que el año pasado empezó mi aventura como entrenador de pelota valenciana, empecé a dirigiendo a un par de escuelas de pelota valenciana, la escuela de pelota valenciana del club de pelota valenciana de Manises y la escuela deportiva municipal del I.E.S Serpis, ambas escuelas con chavales de alrededor de los 10 años; con la particularidad, de que una de las escuelas, buscaba mejorar y la otra era un servicio guardería; imaginaos cual…

El caso, es que este año dirigiendo a este grupo de crios, completamente descoordinados y desobedientes; y no se me ocurría ningún modo de motivarles hacia la tarea, de que me hicieran caso…etc. Y un día, llevaba en la bolsa una pegatina de un equipo de futbol que me había encontrado por la calle, y al ver que no se portaban bien y que la clase llevaba el mismo camino que las anteriores, se me ocurrió la idea de decir que quien se portara mejor, se llevaría la pegatina. A partir de ese instante pudimos trabajar bien, hablando de trabajo, a jugar.

A partir de ese día, se me ocurrió llevar más cosas, para motivarlos extrínsecamente y poder hacer bien las clases; pero el día que se me olvido llevar un juguete o algo como premio, temí que los crios se me descontrolaran…Al principio me preguntaron que, que había de premio y al decirles que nada, mi sorpresa fue que no se alborotaron ni nada, y se pudo hacer la clase con total normalidad.

Para finalizar, decir que gracias a esa motivación extrinseca que tuve que hacer en las primeras clases, he podido controlar a los niños y, aunque aun les doy algún regalo que otro, he podido controlar la clase, y son capaces hasta de formarme un circulo e inmediatamente una fila india.



JOSE JAVIER TENDERO PENALBA

Joan González ha dit...

He decidido realizar un comentario a este post principalmente porque me siento muy identificado con el tema que ha aportado Nicolás.

Este verano estuve trabajando en un campus de fútbol. Este estaba compuesto por jugadores de 6 a 16 años. Los jugadores estaban organizados por grupos, el director del evento formó concretamente 5 grupos de niños de la misma categoría, los cuales iban a trabajar juntos durante todo el campus.

El primer día los encargados del evento nos reunieron a todos los entrenadores para que cada uno se hiciera cargo de un grupo. La reunión empezó con la siguiente pregunta: ¿quién tiene experiencia con niños de 6 y 7 años? Esta pregunta la hacían con el fin de decidir quien sería el encargado de estos.

La sorpresa es que ninguno de los entrenadores presentes había trabajado con niños tan pequeños, por lo que entre todos decidimos organizar el campus en postas, así todos los jugadores pasaban por cada una de estas. En cada una de ellas se encontraba un entrenador, mediante esta distribución todos teníamos que trabajar con cada uno de los grupos de edad.

Mi principal problema venía cuando me tocaba el grupo de 6 y 7 años, tenía que cambiar todo el ejercicio. Estos no sabían realizar el ejercicio correctamente o no les gustaba o simplemente no querían, por lo tanto a partir del primer día decidí prepararme un juego para cuando me tocara este grupo.

Cada día organizaba un juego que no tuviera grandes dificultades y además tratará los contenidos que habíamos seleccionado para cada día. Por ejemplo el martes me centraba en un juego del pase, el miércoles un juego centrado en tiro y así cada uno de los días del campus.

Mi conclusión después de esta experiencia, es que mediante una enseñanza basada en la utilización de juegos, los niños se divierten y están mucho más motivados que a través de una enseñanza analítica basada en ejercicios. Como han dicho mis compañeros los juegos son un medio adecuado en edades tempranas para el aprendizaje de cualquier deporte ya que adquieren un valor educativo por las posibilidades de exploración que tienen los niños con el entorno y por las interacciones que establecen con los objetos, con el medio, con otras personas y consigo mismo.

Por último me gustaría decir que es importante que el juego se utilice para el aprendizaje de algún deporte en edades tempranas pero siempre con un sentido y no utilizarlo con el único fin de completar las horas de entrenamiento.

carles ordiñana ha dit...
L'autor ha eliminat aquest comentari.
carles ordiñana ha dit...

En primer lloc donar l'enhorabona a Nico per aquest post on molta gent s'ha sentit identificada. Conec bastant bé el seu club i a d'ell com a jugador dels "derbis" CB Anna vs CB Genovés al igual que Pau.

Si ens fixem, solament amb citar "vs" ja estem mencionant "joc" de forma indirecta. I es que el joc ha estat lligat a la humanitat desde els temps més remots.
Aquest joc sempre ha sigut el moment de diversió, de "vàlvula d'ecape" en el qual les persones són persones. És a dir, deixen de banda els seus treballs i obligacions formals i experimenten l'espontaneïtat que desemboca el joc.
Que millor que aprenent jugant, no? Ets clar que sí. No hi ha millor sensació per a un entrenador com Nico, el simple fet de trobar-se que els seus nanos s'ho passen d'allò més bé i cada vegada vuiguen més bàsquet mitjançant jocs.

Ara bé, els adults poden ensenyar-se jugant?
Es sobretot aquesta qüestió la que m'ha dut a comentar aquest post ja que aquesta temporada porte un equip sènior.
Us dic que la resposta es sí: està clar que hi ha cert nivell i que els jugadors busquen l'èxit a més de passar-ho bé. Però no hi ha millor aprenentatge que les accions jugades i els jocs.
Tots volen la competivitat de guanyar algo. En els xiquets açò genera les ganes de voler seguir entrenant, en els adults açò genera molta més cohesió d'equip i complicitat entre ells (bon rollo).

Per la meua experiència i per el post de Nico que així ho ratifica, estic en possessió d'afirmar que el joc es una eina molt útil en edats adultes i primerenques (si no la més important).

I sincerament, afirme rotundament que aquell que no pense així crec que no és mereixedor de ser licenciat/graduat de ciències en l'activitat física i l'esport.

S'agraïx aquest post, ja que encara que sàpiam les coses, es bó recordar-les. Salutacions cordials des d'aquestes línees.

Nicolás Talón ha dit...

Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Es un placer entrar en el post y ver que los FCAFE´s respaldamos el juego como aprendizaje y además debatimos sobre ello. En mi opinión, hay comentarios muy interesantes, experiencias que se comparten y ayudan a la formación de todos nosotros. Lo que más me alegra es que estos comentarios no parecen "forzados", la mayoría tienen esencia: refuerzan y enriquecen el contenido del post. ¡Un saludo a todos!

Toni Muñoz ha dit...

Primeramente y aunque sea repetitivo estoy totalmente de acuerdo con mi compañero N. Talón y su manera de adaptarse a las circustancias a la hora de trabajar con niños de temprana edad y conociendo su empeño y trabajo seguro que llega a todas las cimas que se plantee en cualquier ámbito de la vida.

A continuación quiero expresaros mi experiencia en un caso parecido. Este es mi segundo año que trabajo de monitor de natación con niños de entre 3 y 14 años, a partir de 5 añitos nadan en el vaso grande y no encontré mayor problema, los menores de 5 añitos y hasta 3 lo hacen en el vaso pequeño. El aprendizaje de este deporte es inicialmente muy analítico ya que hasta que los niños no se defienden con soltura en el medio acuático es inviable realizar juegos en las sesiones, sin embargo en mi corta experiencia me he dado cuenta que es imposible enseñar a los más pequeños, de 3-5 años, sin realizar juegos durante los 45' de clase.

Con 3 añitos es muy difícil hacerles entender cómo se deben mover para desplazarse, ellos patalean y mueven los brazos pero sin saber muy bien porqué. Las primeras clases me esforzaba muchísimo para explicarles conceptos básicos como tumbarse en el agua, patalear, etc...y en muchos casos sin éxito ya que por falta de comprensión o de coordinación era imposible que lo realizaran. Poco a poco fui dejando de lado el aprendizaje de la flotación dorsal...ventral...de la respiración...y empecé a jugar con ellos.

Poniendoles dos churros en cada brazo a modo de manguitos conseguía que se mantuvieran con firmeza en el agua, tiraba varias pelotas de pinpon en el agua y soplándolas debíamos de llegar a la otra parte de la piscina, de esta forma conseguí que fueran soltando el aire dentro del agua. Con el mismo método de los manguitos les daba una pelota de plástico a cada uno, de pie en el rebosadero de la piscina les decía que la tiraran lo más lejos posible para posteriormente tirarse al agua mediante un salto e ir en busca de la pelota, al principio me daban la manita para tirarse y poco a poco lograron hacerlo solos, al ir a por la pelota movian los pies y se desplazaban sin mi ayuda, cosa impensable los primeros días de clase con ejercicios analíticos.

Jugando con ellos he conseguido que se mantengan solos en el agua, que sepan llegar a coger el churro o la tabla si se les escapa, hasta los más pequeños pasan buceando por debajo de un tapiz sin ayuda, los he metido en el vaso grande con la ayuda de un churro y recorren los 25m jugando, riendo y sin ningún problema. Desde que llegan hasta que se van la piscina es una fiesta, alguna vez alguno llora porque traga un poco de agua o porque está malito y tiene un día tonto pero siempre se van con una sonrisa.

A partir de los 5 añitos ya aprenderán a mover bien los brazos, a mantener la cabeza bajo el agua mientras nadan, a nadar de espaldas sin material...pero hasta entonces el objetivo es lograr una buena familiarización, quitarles el miedo al agua, despertar el sentimiento de supervivencia y enseñarles a divertirse con los demás en un medio diferente al terrestre.

Alex Villarroya ha dit...

Primero de todo, me gustaría felicitar a Nicolás por el post que ha redactado. Sinceramente, me ha gustado y me ha parecido un tema muy interesante a tratar. Creo que este post lo deberían leer muchos entrenadores de equipos comprendidos con niños/as de esta edad que nos habla el autor del post. En la escuela de fútbol de mi pueblo tengo el claro ejemplo de lo que no hay que hacer a la hora de entrenar a un equipo de niños/as pequeños/as, en pocas palabras da vergüenza. No puede ser que un equipo de estas características, los entrenamientos estén basados en un modelo puramente técnico, donde predominen los ejercicios analíticos para aprender habilidades, ejercicios donde predomina la individualidad, las filas de uno en uno, etc. Aunque el problema es fácil de averiguar, ese tipo de entrenadores no son profesionales, sino que suelen ser jugadores del club que tienen relación con la directiva y les “enchufan” para entrenar. Es una vergüenza, pero en la sociedad donde vivimos hay muchas profesiones que no están valoradas y el gremio de las ciencias de la actividad física y del deporte es una de ellas. Por ejemplo, la directiva de la escuela de fútbol de mi pueblo, con tal de ahorrarse un dinero en no contratar a un profesional, está consiguiendo que los niños y niñas del club no disfruten y aprendan como se debe.

Estoy totalmente a favor con Nicolás cuando habla que la solución es la enseñanza con el juego. Evidentemente. Un niño no está preparado para que le apliquen una enseñanza de mando directo con ejercicios repetitivos, etc. Lo único que desea es divertirse con sus amigos/as y jugar. El buen profesional que lleva equipos de esta edad, será el mejor si consigue enseñar a jugar a un deporte mediante juegos donde predomine la diversión y la interacción de todos.

Para concluir con este comentario, quiero decir que parte de la solución la seguimos teniendo nosotros, alumnos de CAFE, que poco a poco vamos adquiriendo un aprendizaje de cómo es la manera correcta de realizar la enseñanza o como se debe adaptar los entrenamientos para que sean eficaces según las características de los participantes y tener en cuenta que tenemos el poder de cambiar muchas cosas. Solo decir que está en nuestras manos.

Vicent González ha dit...

Estic totalment d’acord amb Nicolàs i tot l’exposat. I es que si el que fas t’ho agafes amb serietat i interés junt a un poc d’experiència i estudi, observes com el xiquet no és un adult en miniatura i que cada etapa comporta una sèrie de característiques tant físiques, com psíquiques i socials, per tant, segons l’edat el xiquet tindrà unes necessitats. Per exemple, en de 9 a 11 anys el xiquet te capacitat de conectar diverses conductes, intenta relacionar-se amb els demés, comença a comprendre les regles i comença a desenvolupar les habilitats motrius bàsiques de forma madura (Ruíz L.M. y col., 2001). En canvi, en l’edat de 5 o 6 anys el xiquet te una atenció inestable, és egocèntric y comença a desenvolupar les habilitats motrius bàsiques. (Ruíz L.M. y col, 2001). Aleshores veiem que la metodologia que deguem de dur deu ser diferent.

El joc és una activitat recreativa, lliure, natural, reglada i espontània. Per tant, analitzant les seues característiques bàsiques, observem que s’ajusta perfectament al xiquet. Però no hem de creure que per fer jugar al xiquet a jocs no relacionats amb el bàsquet estem restant ensenyament d’aquest, sinó tot al contrari. En la iniciació esportiva el més important és formar una base, de forma que l’alumne tinga gran quantitat de experiències viscudes i desenvolupe les seues qualitats psicomotrius de forma global, ja que açò li permetrà una major transferència en l’esport adult que si s’especialitza massa prompte (Robles J, 2004). A més l’especialització precoç, pot provocar ansietat i desesperació en el xiquet, la qual cosa du a l’abandó de l’esport.

En definitiva, crec que la iniciació esportiva deu de estar repleta de jocs per a la formació genèrica del xiquet, que complementen el seu procés educatiu, on aquestos jocs deuen estar ajustats a les necessitats d’aquestos. Per tant la llavor de l’instructor serà molt important, on haurà d’evitar una especialització primerenca i elegir una metodologia que s’ajuste a les necessitats de cada etapa. Pense que aquest post pot servir tant a entrenadors de bàsquet, com per a la resta d’entrenadors d’altres esports.

Bibliografia

- Ruíz L.M., Guitérrez M., Grauoera J., Navarro F. (2001). Desarrollo, comportamiento motor y deporte. Madrid, Síntesis.
- Robles J. (2004). La enseñanza del judo mediante una metodología activa: una propuesta de entrenamiento integrado. Movimento. 1, 1-13.

Ana Maria Engo Grau ha dit...

¿Cómo se fabrican los campeones?
Albert Creff, 1985: “Es muy sencillo. Se toma una canasta llena de huevos y se lanza contra la pared. Los que queden sin romper serán los campeones.

Es absolutamente inútil iniciarse en las competiciones demasiado temprano, soportar entrenamientos difíciles que solo sirven para provocar un envejecimiento prematuro y una desmotivación segura (Peter Sprecher, 1991)
Al leer este artículo no he podido evitar pensar en la iniciación deportiva precoz en los niños y se me han venido a la mente unas imágenes (que ahora mismo no recuerdo si lo vi en la televisión o en algún vídeo del youtube) sobre el duro entrenamiento de unos niños asiáticos en la modalidad de gimnasia artística, donde se veía a sus entrenadores sentados encima de ellos para que ganarse flexibilidad o las manos llenas de duricias por los duros entrenamientos en la barra o en las anillas. Sus caras desprendía dolor, sufrimiento, ganas de llorar, etc me causo tal impacto al ver el maltrato por parte de los entrenadores a esos niños que al leer este artículo sobre los niños y la iniciación en el baloncesto he pensado en hacer un comentario en esta dirección.
Todo esto me lleva a pensar en ¿Existe una edad ideal para la iniciación deportiva? ¿Tiene consequencias negativas no empezar en un determinado momento? ¿Depende el éxito deportivo de la edad de iniciación? ¿Cuál es la edad de iniciación deportiva? o mejor dicho ¿Qué iniciación deportiva para cada edad?

Debemos saber que antes de los 6 años se considera una edad demasiado precoz para la iniciación deportiva. En mi opinión es una aberración entrenar a un niño menor de 9 anyos al nivel que entrena una persona adulta ya que esto significa privarle de una infacncia que le corresponde, hacerle que tenga unas obligaciones que no son ecuánimes con la edad e incluso provocar cabios fisiológicos en su cuerpo no adecuados con la edad y esto llevarles a problemas en el futuro. Como por ejemplo en la gimnasia rítmica donde hormonan a las jóvenes para que no les crezcan los pechos i que no tengan la periodo.
Por eso como conclusión final decir que estoy totalmente deacuerdo con la utilización de los juegos como iniciación depotiva en los niños ya que es la mejor manera de iniciarlos de algún modo en un deporte al mismo tiempo que les estamos educando de la manera adecuada i sin interrumpir la evolución natural de sus capacidades motrices.

Alma ha dit...

En primer lloc, felicitar a Nicolas pel post, m’ha agradat molt la forma d’expressar allò que ens passat a molts quan ens enfrontem a situacions similars amb xiquets d’aquestes edats.

En segon lloc, m’agradaria incidir en el tema de la instrucció directa. En aquest quatrimestre, hem treballat el model de procés i el model tècnic. Doncs bé, al igual que el meu company Magic Pau hem treballat amb un model de procés que, com és obvi, per a res usava la instrucció directa, més bé el contrari, es deixava llibertat a l’alumne per a que gaudira de trobar la solució per ell mateix mitjançant el joc. Per als xiquets, el joc és entés com diversió, i si podem mitjançant aquest ensenyar-los quantitat de valors que els porten a un desenvolupament personal, per a que usar exercicis repetitius avorrits que sols els aporten una bona execució d’una acció motriu específica?

Per últim, comentar una de les conclusions a les que ha arribat la meua companya Judit:

“El que s’ha d’intentar fer quan ens trobem a alguna situació d’aquestes és explicar i fer entendre, tant als clubs com als propis pares, que és el que necessiten els xiquets, que per al rendiment i la competitivitat ja hi haurà temps!”

Estic totalment d’acord, sobre tot els pares haurien d’estar conscienciats d’allò que volen per al seu fill i que és el que el seu fill vol. L’únic que aconseguiran aspirant a que el seu fill siga el Messi de l’equip és que el xiquet veja l’esport com una obligació, generant-se un ambient d'avorriment, desinterés, estrés excessiu, excés d'exigència i inclús fòbia cap a l'esport, que desencadenen en l'abandó final de la pràctica esportiva. Per tant, com a possibles entrenadors, hem de procurar que els pares accepten els objectius del programa esportiu inicial i no ser una font d'estrés per al xiquet.

Matei Marciuc ha dit...

Como ya han hecho el resto de mis compañeros sumarme a la felicitación por este post a Nicolás. Decir también que se trata de un tema muy interesante y creo que es importante saber cómo actuar en estos casos para no provocar un abandono del deporte por parte de los niños.
Personalmente no he tenido la oportunidad de trabajar como entrenador con niños de tan poca edad, pero si he tenido algún contacto con ellos en los juegos escolares de mi localidad, donde se realizan jornadas de balonmano, fútbol, atletismo, etc.

Sobre lo que he observado en el comportamiento de los niños tengo dos aspectos a destacar:
-Al tratarse de jugar a fútbol o balonmano por ejemplo, los niños de esta edad (7 u 8 años aproximadamente) solo hacen que correr detrás del balón, reírse de las pifias de sus compañeros y celebrar cada gol como si se tratara de la final de la Champions league. Lo que más me sorprende es solamente cuando llega el final del partido alguno se acerca para pedir el resultado, durante el encuentro casi nunca, se dedican a jugar, pasarlo bien y es de lo que creo que se trata en estas edades.
-El segundo caso es el del atletismo, aquí la cosa cambia un poco, a mi me toca ser juez normalmente en las pruebas de lanzamiento de peso donde los participantes son un poco más mayores. Pero sí que me he fijado en las carreras de velocidad que es donde suelen participar niños más pequeños. Lo que veo es unos niños alineados en columna que van a comenzar a correr, no veo el mismo nivel de disfrute que en las deportes más “jugados”. Con esta comparación me doy cuenta de la diferencia para ellos de una cosa más analítica y algo más dinámico.

Esto no quiere decir para nada que le atletismo sea aburrido, yo únicamente me refiero a estas competiciones escolares que presencio. Como ya sabemos el caso del atletismo es diferente ya que la edad de iniciación ronda sobre los 11 años según Gallahue(1982), Martens(1986), Durand(1988.) Existen gran cantidad de juegos adaptados para hacer divertido este deporte y esto lo podemos encontrar en libros como: Iniciación al atletismo (colección educación física).

Por último me gustaría defender la idea que nos propone Nicolás en este post, la idea de informares y documentarse bien de cara al entrenamiento a edades tempranas ya que en una diferencia corta de años la forma de actuar de los niños varia y tenemos que estar preparados para actuar.

Imma ha dit...

Desprès de llegir la situació de Nicolás sobre el procés d’ensenyança d’un esport que ha utilitzat en els xiquets d’edats entre els 5 i 6 anys, en el seu cas el del bàsquet, pense que ha actuat de la millor manera possible i com cal actuar en aquestes situacions, aplicant jocs per a que aquestos es divertisquen i no prenguen el practicar o fer esport com un avorriment o una obligació. Aquesta entrada resulta interessant, ja que com ell, molts de nosaltres ens podrem trobar en eixes situacions i cal tenir-les en conter, ja que és una edat molt maleable a l’hora d’aplicar certs hàbits o valors en les persones.

Si que es veritat que de vegades trobem entrenadors que es pensen que els xiquets són com adults en miniatura, i per lo qual els apliquen els exercicis sense tindre en conter el seu grau de maduració, tant física com psíquica. Incidint l’aprenentatge dels xiquets en el model tècnic basat en el resultat final i la competició. En aquestes edats l’únic que pot provocar és que molts dels jugadors, que potser no tinguen eixa facilitat per adquirir una tècnica ràpidament o siguen menys hàbils, no mostren interès per la practica, inclús acaben per no realitzar-ne cap. També, com han comentat anteriorment, ens podem trobar amb la figura dels pares, que de vegades són ells els que tenen més interès en que el fill/a practique un determinat esport que el xiquet mateixa, i poden arribar a exigir-los més els pares que els propis entrenadors.

Per tant, pense que s’hauria de crear una consciència per part de la gent que envolten aquest mon sobre la iniciació dels xiquets menuts a la pràctica d’algun esport, ja siguen entrenadors, pares o altres, on el que s’ha d’intentar es dur a terme un procés que fomente la pràctica d’activitat física, mitjançant l’aprenentatge d’algun esport, el qual porte unit a ell uns valors socials i ètics, com el companyerisme, la cooperació, el respecte, etc.

Vicent ha dit...

Abans que res felicitar al company per l’esforç i dedicació per a fer aquest “article” on parla d’una temàtica molt important i que passa a molta gent en este món...però també crec que es una problemàtica per part del “entrenador”-“educador”, puga ser, per la falta de coneixements i formació. No estic criticant, però moltes vegades passen aquestes coses per les raons dites abans, on l’únic que pensa l’equip es en que un xaval o un home que entén l’esport, però no esta format en ningun àmbit educatiu, es fiquen a entrenar a uns xiquets que sols volen ser feliços practicant l’esport que “els agrada” i no hi ha trellat que fa sen avorrir per la metodologia tant tècnica que els impregna, per que aquests “entrenadors”-“educadors” soles solen fer els que ells fan o han fet a l’equip sènior o de majors edats.
Des de ací dir que els equips que vulguin entrenadors per a xiquets o la categoria que fora, asseguren un professionals competents o almenys que el club es preocupen de formar als seus “educadors”-”entrenadors”, ja siga donant-los ells mateixa la formació(amb gent competent) o pagant-los els curset de monitor, o carnets d’entrenador o el que siga per a la millora dels seus competents.
Per últim donar un altra vegada l’enhorabona a Nicolas, ja que el xic es preocupà del perquè els seus nens no es motivaven i realitzar-se un Feeback ell mateixa e interessant-se per trobar moltes coses per la temàtica i aplicar-la com toca.
També dir, que en un principi l’estudiant de Ciencies de l’Activitat Física, sols que haja passat de primer curs o 2º ja sap de sobra el que per toca segons l’edat de l’alumnat, encara que no estiga ni llicenciat ni graduat, com per exemple assignatures com els esports adonats que t’expliquen com fer-ho, Psicologia de l’esport, metodologia, Habilitat motriu, sistemàtica, Joc educatiu, etc.

sergi borras ha dit...

Al igual que tots els meus companys de la 1ª promoció de grau, soles tinc en el cap la idea d'apendre jugant. En totes les asignatures que hem tingut ens han inculcat la idea de aprendre mitjançant jocs.
Aquesta idea és importantissima, sobretot en edats més xicotetes, on es preten fer una inicialtzació a l'esport en general i s'ha d'intantar que els alumnes més xicotets coneguen l'esport i si l'experiència és positiva sempre tindràn una predisposició a la practica esportiva.
Com molt be ha dit Nicolàs, al principi quan va intentar donar la classe com si foren alumnes més gran, va ser un descontrol, açò es degut a que els menuts encara no saben res sobre els esports i sols els interesa jugar, i és aquí on deguem aprofitarnos. Si els xiquets volen jugar, nosaltres teniem les capacitats suficient per a crear jocs que els aporten allò que volem ensenyarlos i ells es divertixen mentres aprenen.
Els sistemes més analítics pense que continuen sent una part important en la pràctica deportiva, però són mès encaminats a deportistes ja més experts o que hagen tingut ja alguna experiència deportiva duradera.
En definitiva, hem de saber adaptarnos a cada situació i edat. Un bon professional i sobretot un bon entrenador ha de adaptar-se a les circunstàncies que es troba en la faena i no fer que que estes s'adapten a ell.

Àngels ha dit...

Senc molt repetir-me però en primer lloc m’agradaria felicitar a l’autor del text ja que ha plasmat perfectament el sentiment de frustració que hem tingut molts de nosaltres a l’hora d’entrenar a un grup de xiquets i vore que els nostres esforços no van enlloc.

El problema principal comença amb la paraula “entrenar”; com pretenem entrenar a un grup de xiquets de 4 o 5 anys si casi bé encara no saben ni caminar? A banda de ser quasi impossible, va contra natura. Al llarg del nostre desenvolupament, les persones passem per etapes de maduració, les quals són successives i progressives; fins que no ens hem adaptat de manera adequada a una etapa no passem a la següent. Amb això em referixc a què és inútil intentar que xiquets menuts aprenguen correctament la tècnica específica d’un esport determinat o que aquestos tinguen capacitat per focalitzar la seva atenció i atendre a les complicades explicacions d’un entrenador; aquestes són tasques complicades que no corresponen a l’edat que tenen. Com bé diu Durand citat per Villamón “l’aprenentatge només pot efectuar-se de manera òptima quan el nen està preparat, és a dir, quan posseeix la suficient maduresa per a l’adquisició d’aquest aprenentatge i que en res el beneficia inciar-lo prematurament”.

D’altra banda, cal dir que el joc és una necessitat inherent a totes les persones; tots els individus tenim la necessitat de jugar, d’indagar, d’experimentar i de desenvolupar-nos a través d’ell. Tornat a mencionar a Villamón (Introducción al Judo) “en el nen el joc es manifesta com una necessitat reconeguda i forma part integrant de la seva naturalesa; el nen progressa també divertint-se”. És per això que tant en l’àmbit de l’educació física escolar com en les activitats extraescolars, és imprescindible plantejar als xiquets gran quantitat de situacions jugades a través de mètodes actius d’ensenyament, en es quals l’alumne podrà desenvolupar la seva creativitat a través de processos d’indagació. Per contra, els mètodes d’instrucció directa on els alumnes es dediquen a reproduir les conductes exigides pels professors-entrenadors, intentarem eliminar-los o al menys deixar-los per a edats més avançades.

Per tant, com a conclusió, m’agradaria remarcar la importància que tenim els futurs graduats d’educació física en la difusió d’aquest tipus de metodologia d’ensenyament, ja que els coneixements sobre els beneficis que aporta el joc els tenim; només es necessiten ganes per aplicar-lo.

Joan Furió ha dit...

L’activitat que més ocupa el nostre temps, quan som menuts, és el joc. El joc, en aquesta etapa de la vida, no és una manera d’entretenir-se només, té molta importancia perquè els xiquets i xiquetes aprenen a relacionar-se els uns amb els altres, desenvolupen habilitats, destreses, capacitats, aprenen el concepte de grup. Podríem dir que jugar els motiva. I a nosaltres, com a professors, ens toca crear i mantenir un clima adequat que els interesse, que els divertisca i els resulte atractiu.

L’esport és un joc i ensenyar bàsquet o qualsevol altre esport és treballar en grup, acceptar unes regles, però divertint-se al mateix temps. Hem d’aconseguir que l’esport siga una experiència divertida, enganxant-los des del principi. Hem d’aprofitar aquesta motivació a les nostres classe d’educació física o als entrenaments i com a professors hem de ser capaços de mantenir-la, de potenciar-la i de canalitzar-la per tal que els xiquets i xiquetes vagen assolint els continguts que ens proposem, paulatinament, sense adonar-se’n, lúdicament. Per tant, hem d’aconseguir que els xiquets s’ho passen bé perquè continuen venint a aquests entrenaments, als que, a més a més, acudeixen voluntàriament.

Una altra cosa que hem de tenir en compte és que aquests xiquets solen practicar esport perquè hi van amb altres amics, però també per a fer nous amics i això ens pot servir per a aconseguir la seua integració al grup. Al ser tan menuts, hem de fer que els nostres “jugadors” visquen experiències que els vagen apropant al bàsquet i nosaltres hem de descobrir els mètodes més adients per fer-ho. Podem ajudar els xiquets i xiquetes a créixer personalment, si els ajudem a enfortir-se com a persona, i els esports són una gran oportunitat. Hem de fer que els xiquets mantinguen l’interès cada dia, i per això el mes adient és que ho facen pensant que l’esport és una activitat divertida i atractiva.

Si els xiquets poden aprendre en un ambient distés i agradable i, al mateix temps, es treballa amb ells continguts que van des de la motricitat fins a l’adquisició de nous valors, i a la vegada pot participar activament en aquest procés d’aprenentatge divertint-se i gaudint de cada situació, l’èxit està garantit. I si ens plantegem la pregunta, és possible una educació a través del joc? La resposta és clara: “per suposat, amb una metodologia lúdica adequada”. I nosaltres, com a professionals, hem de buscar els estímuls perquè els xiquets i xiquetes d’aquestes edats continuen tenint aquesta actitud favorable davant l’esport.

Juan García ha dit...

Comprendo totalmente lo vivido por mi compañero y las dificultades que ha tenido que superar para el buen funcionamiento de sus entrenamientos, con niños tan pequeños pienso que es el juego la mejor forma de que aprendan divirtiendose.
Por mi parte, fui entrenador de fútbol el año pasado y contaba con 24 niños de entre 13 y 14 años a los que tenia que dirigir junto a un compañero. A los problemas de orden y disciplina en las clases a las que se refiere mi compañero en el texto, tenia que sumar que con niños de 13 y 14 años ya no vale simplemente con un juego para que se diviertan, ya que cada uno empieza a tener unos pensamientos y unos preocupaciones en su vida muy distintas unos de otros. Mientras un grupo gozaba de una disciplina ejemplar y aprendia día a día otros luchaban por poder comunicarse primero con sus compañeros ya que habia niños procedentes de marruecos,argelia, lituania, rumania entre otros paises latinos para los que no era dificil la comunicación. Y una vez dicho todo esto tenia que decidir cada semana que 16 jugarian el partido y por lo tanto tenia que descartar a 8 niños por semana algo que no es facil y que no todos los padres llegaron a aceptar.
En cuanto a los entrenamientos siempre tenía que separar la clase en dos/tres grupos para que fuera más fácil trabajar con grupos reducidos y siempre mezclando alumnos brillantes con otros menos interesados en el trabajo para conseguir una mejora de ambos sin perjudicar al brillante. Y la mejor forma de que aprendieran, se esforzaran y sobretodo hubiera una buena disciplina con la que desarrollar el trabajo era utilizando el mando directo, algo que a veces no les gustaba pero que poco a poco fué surtiendo efecto de modo que los alumnos más aventajados seguian aprendiendo a la vez que sus compañeros menos motivados por la tarea progresaban sin influir negativamente en el resto.

Pablo Perales Espí ha dit...

Este post expuesto por Nicolás creo que ayuda bastante a reflexionar sobre la educación que reciben los niños más pequeños cuando se inician en algún deporte. Aunque el mejor instrumento para que los niños aprendan a estas edades sea el juego, aún existen entrenadores que no les dan toda la importancia que deberían.

Muchos niños que se inician en un deporte en edades tempranas a veces lo abandonan por falta de interés y motivación. Generalmente estos niños pienso que no han experimentado una correcta iniciación al deporte que practican, y por tanto, con el tiempo acaban aburriendo la actividad o incluso llegando a odiarla. Los pequeños necesitan juegos, es lo que más les gusta y si el entrenador consigue introducirlos en sus entrenamientos o clases obtendrá mejores resultados en la implicación de los niños al deporte que practiquen.

Un entrenador que inicia al deporte a sus jugadores ha de tener en cuenta que a esas edades lo mejor que los niños saben hacer es jugar, y por ello hay que basar su enseñanza en el juego como medio de aprendizaje. Muchos entrenadores piensan que por el hecho de mandarles ejercicios más simples van a entenderlos y a enseñarse más, pero esto es aburrido y difícil de comprender para un niño de 5 años.

A estas edades no tenemos que esperar que, en el caso de los jugadores de Nicolás, estos aprendan a realizar correctamente un tiro libre, porque va a ser muy complicado, es mejor enseñarles una idea general del deporte. Con el juego, los niños empiezan a experimentar valores que en el futuro serán necesarios, como la solidaridad, la cooperación, el respeto, etc.

Joan Gonga Arnal ha dit...

Aquest article expressa amb molta claredat que nosaltres com a entrenadors també som educadors i que tenim una forta responsabilitat en el desenvolupament dels xiquets als que entrenem. Per a aconseguir educar correctament a aquestos xiquets no podem aplicar-los un model tècnic als entrenaments, ja que, com han contat els meus companys i per experiència pròpia, no dona resultat. Hem de saber introduir jocs amb els quals aprenguin jugant, pensant i passant-s’ho bé.

Per no repetir-me, ens anem a pensar com estaven les coses fa uns anys. Abans era impensable que un entrenador apliqués jocs lúdics als seus entrenaments, no era una cosa que els professionals de l’esport es poguessin plantejar. El més fàcil era donar ordres per a que els alumnes obeïssin, però açò no era culpa dels educadors, sinó d’aquells que marcaven un estricte marge de maniobra per als entrenadors (aclare que utilitzo indistintament les paraules educador i entrenador), tal volta si se’ls donava l’opció de pensar als xiquets per ells mateixos als jocs que realitzaven a l’escola aquestos no serien les ovelletes dòcils que aleshores havíem de ser tots en un futur proper; el màxim al que podien aspirar abans era aprendre a ensenyar el procés pel qual es poden aplicar unes destreses adquirides a diversos àmbits de la vida, però sempre centrant-nos al resultat final; i d’açó no fa més d’una generació!

Com es evident, hem anat evolucionant fins ara, on es pot observar que l’educació que estem rebent nosaltres, els alumnes de FCAFE, dista molt d’aquella que rebien els nostres pares i, encara que tots estarem d’acord en que encara queda molt que millorar i que l’educació avui dia es troba molt contaminada d’interessos aliens als pròpiament educatius, no tenim més que mirar cinquanta anys enrere per a donar-nos compte del que hem millorat. Per exemple, els nostres pares segur que a la seva carrera no sentiren mai parlar de un model processual que no es centrava al resultat final i tenia en compte com es desenvolupava l’alumne, mentre que tots nosaltres ja el coneixem i sabem les seves característiques per poder aplicar-lo en un futur.

No hem de perdre l’esperança, ja que, tot i no poder acontentar-nos en el que tenim ara, estem millor que mai.

Alonsovlc ha dit...

Me gusta mucho, me gusta este post porque es realmente lo que me ocurre a mí.
Al igual que tu, llevo ya varios años entrenando a chicos/chicas de entre 7 y 10 años, y desde el primer día me he basado en el juego.
Los ejercicios los dejo muy muy apartados, tengo que decir que yo entreno a fútbol, que antes no lo he mencionado.
Ejercicios básicos como los tiros a puerta, los baso en la competición, esto hace que los niños intenten ganar a su mejor amigo, o ser el que mas goles meta del equipo. Con "competiciones" como esta, ves la diferencia de motivación de pasar de un ejercicio a un juego.

Al igual que comentas tu, yo también lo he pasado mal entrenando, porque el primer año, llegaba e intentaba hacer, por ejemplo, la mas simple jugada ensayada de un corner. Y no pude enseñarselas, era como si no les entrara en la cabeza que se tenía que hacer así. Que un corner es para centrar y para rematar. Por lo que no pude realizar esta enseñanza durante todo el año.

También estoy de acuerdo contigo, y pienso que aprenden mas jugando que realizando ejercicios.
Yo entreno una hora, y media hora la dedico a realizar un partido, que es lo que mas desean antes de empezar un entrenamiento.
Un partido equivale a una situación real de juego, por lo que hacen en ese partido, lo traspasan al partido contra un rival.
Además a mi en un partido me sirve para corregir posiciones, incidir en que toquen el balón, etc. Cosas que haciendo ejercicios si, las podría realizar, pero por un oido les entraría y por otro les saldría.

Está claro que de vez en cuando, realizar algun tipo de ejercicio, nunca viene mal, pero no hay que abusar.

Para acabar, en mi opinión pienso que en edades tempranas, independientemente de el tipo de deporte, la palabra clave es JUEGO. Si a los niños les gusta el deporte, y van a seguir jugando, ya tendrán tiempo de realizar ejercicios, ejercicios y ejercicios. Para ellos la acticidad extraescolar que tienen es, como si dijeramos, el desahogo de todo el día encerrados en clase, por lo que saldrán con ganas de correr, saltar, vamos pasarselo bien. Y ahí es donde entra nuestro papel, el del entrenador, nuestro papel de EDUCADOR - ENTRENADOR.

abel palao ha dit...

Este artículo representa de muy buena forma como el juego, una actividad recreativa tan antigua como la vida misma, ha sido orientado por el ser humano al mundo de la educación.

El juego es la actividad que promueve diversión entre los niños más pequeños y es ésto precisamente lo que a hace que mediante el juego, se les "engañe" a realizar otras actividades u otras acciones de la vida cotidiana. ¿Cuántas veces hemos visto a una madre dándole de comer a su hijo mientras juega con la cuchara haciendo que es un avión?

Lo que vengo a decir es que el juego atrae toda la atención de los niños y ,a través del mismo, hay que aprovecharnos de la situación contribuyendo al desarrollo de sus funciones cognitivas, físicas y psíquicas.

Digo aprovecharnos de la situación porque los niños desprenden energía, están desde que se levantan hasta que se acuestan en casi continuo movimiento. Por ello, debemos transformar su energía en aspectos positivos y beneficiosos para que crezca como persona, es decir, transformarla en educación.

A través de los juegos, los niños irán relacionándose los unos con los otros, aprenderán que hay una serie de reglas que se tienen que cumplir y se irán definiendo como persona.

Para concluir este comentario, tengo que decir que el juego es el arma secreta de la metodología de enseñanza para niños en edades tempranas y, poco a poco, según vayan jugando y adquiriendo un rol social, irán alcanzando autonomía en sus decisiones, autonomía que les servirá para afrontar los problemas posteriores de la vida.

Edgar March ha dit...

Al igual que molts dels meus companys, jo també entrene un equip de futbol de xiquets entre 7 i 8 anys. A principi, també vaig beure que ensenyar a jugar a futbol a xiquets d’aquestes edats anava a ser un repte molt difícil, inclús vaig pensar que no aplegaria a aconseguir-ho. Però poc a poc em vaig anar donant compter que els xiquets es diverteixen jugant, es a dir, no val de res estar fent-los una xerrada perquè després en l’únic que pensen és en jugar i s’obliden de el que els hem dit.

El joc es un mitjà educatiu molt efectiu i agradable per als xiquets, ja que gràcies a aquests aprenen a jugar sense donar-se compter. Els xiquets realitzen l’activitat per plaer, i no com una obligació.

Quant fem exercicis analítics, els explique les coses moltes vegades, però de la única manera que s’ensenyen de deberes a fer les coses es jugant. Si volem que uns xiquets sàpiguen col•locar-se en el camp, ens va resultar impossible si no ho fem practicant per mitjà de partidets de futbol, es a dir, ficar-los en situació real i que juguen. Els exercicis resulten a vegades efectius, però es fan molt pesats i avorrits per als xiquets, quantes vegades em sentit la frase “això ja ho ferem l’altre dia”, els xiquets al final fan l’exercici sense ganes, mentre que si fem el mateix aplicat a un joc, ho fan les vegades que faja falta sense donar-se compter de que estan fent el mateix.

En conclusió, després de la meua experiència d’entrenador de futbol, estic totalment d’acord amb aquests post i pense que el joc es el millor mitjà per a l’ensenyament dels xiquets, així mateix també coincideixc amb l’autor i amb altres comentaris dels companys, que estan en la mateixa situació que jo, es a dir, d’entrenadors d’algun esport i amb experiència.

Toni Belda Martínez ha dit...

En primer lugar, dar la enhorabuna a mi compañero y amigo Nicolás ya que refleja bien el sentimiento que muchos de los Licenciados y Graduados hemos tenido alguna vez en la vida al hacernos cargo de algún equipo.

Yo en particular no he entrenado nunca a un equipo en edades tan tempranas, pero si que considero que se debe de hacer mediante formas jugadas.

He de decir, que el pasado año con Pepe Devís, aprendí muchísimo sobre este modo de proceder, ya que metodológicamente hablando no conseguiremos nada a base de "palos" con los niñ@s.

Si me permitís os voy a dejar 3 libros donde podréis encontrar más para seguir progresando y descubriendo que de verdad los juegos son autotélicos.

1º Nuevas perspectivas curriculares en educación física: la salud y los juegos modificados. Escrito por José Devís Devís,Carmen Peiró Velert
2ºNueva Propuestas Ludicas Para el Desarrollo Curricular de Educacion Fisica. Escrito por Antonio Méndez Giménez
3º Buscando alternativas a la forma de entender y prácticar la educación física escolar. Escrito por Víctor Manuel López Pastor,Roberto Monjas Aguado,Darío Pérez Brunicardi

El artículo trata muy bien la temática del juego y en una situación real vivida por el autor. En estos tiempos es claro que hay que dejar un poco de libertad para que los propios chavales se expresen jugando, ya que solo así si tienen un feedback positivo y placentero de la actividad que están realizando,y seguramente querrán seguir practicándola.

Aquí entra la labor del Docente, ya que ha de ser capaz de combinar en su justa media los juegos o actividades jugadas, con otras actividades más técnico-tácticas, ya que a lo largo de los años tendrá que invertir esta tendencia para llegar al fin que se persigue. En el caso de Nicolás, llevar a esos chavales a formar un Equipo de Baloncesto competitivo.

Para concluir, quiero pensar que todos los profesionales en actividad física y deporte compartimos esta forma de educar-enseñar a través de la Actividad física, y si aún así hay alguno que no lo comparte, invitarlo a que indague más en este método tan acertado y que tantos buenos resultados está obteniendo.

Mª Ángeles Muñoz ha dit...

Estoy muy de acuerdo con el comentario dejado por mi compañero Nicolás porque yo también llevo muchos años entrenando a baloncesto a niños y niñas de todas las edades, esta temporada concretamente llevo dos grupos: uno de niñas benjamines (9 años) y otro de niños y niñas prebenjamines y predeportes o babies (de 4 a 7 años) y con una gran experiencia he valorado que el aprendizaje de un niño es mucho más significativo si es mediante el juego.

Ya que, este es la forma de actividad esencial de los niños y de manera integrada se desarrolla gran parte de sus facultades, aunque muchas veces tanto entrenadores como profesores no seamos conscientes cuando planificamos o ideamos el juego.

También es verdad, que un juego poco relacionado con los contenidos u objetivos que tenemos planificados trabajar pierde toda eficacia, a pesar de que, con el mismo, podamos trabajar otros.
Por ello, creo que lo mejor es intentar aplicar los juegos a nuestra actividad, en este caso: el baloncesto. Pero siempre de manera muy general intentando familiarizar a los niños con el balón el máximo tiempo posible.

Todo esto provoca que considere que marginar el juego de la educación, ya sea a través de la educación física o a través de los deportes extraescolares, supondría privarla de uno de sus instrumentos más eficaces.

Nosotros, como futuros expertos en la materia tenemos que tener claro que el nuestro papel tanto como entrenadores como profesores es ser educadores, lo que consiste en facilitar la realización de actividades y experiencias que les ayuden a aprender y a desarrollarse, conectando al máximo con las necesidades y motivaciones de los niños.

Buscando información sobre el tema, me ha parecido interesante destacar las principales características del juego. Seguramente muchos de vosotros ya conocierais alguna de ellas, pero a mi me ha llamado la atención la gran cantidad de contenidos que pueden aprenderse a partir del mismo.

Características principales:

-El juego es placentero, divertido. Aun cuando no vaya acompañado por signos de regocijo, es evaluado positivamente por el que lo realiza.

-El juego no tiene metas o finalidades extrínsecas. Sus motivaciones son intrínsecas y no se hallan al servicio de otros objetivos. De hecho, es más un disfrute de medios que un esfuerzo destinado a algún fin en particular. En términos utilitarios es inherentemente productivo.

-El juego es voluntario y espontáneo No es obligatorio, sino simplemente elegido por el que lo practica.

-El juego implica cierta participación activa por parte del jugador.

-Tranquilidad y alegría emocional de saber que sólo es un juego.

-Con finalidad en sí mismo.

-Espontáneo, repentino sin necesidad de aprendizaje previo.

-Expresivo, comunicativo, productivo, explorador, comparativo...

eporpe ha dit...

Como el resto de compañeros que han comentado doy mis más sinceras felicitaciones a Nicolás, puesto que muchos de nosotros nos dedicamos al entrenamiento o enseñanza deportiva de niños y niñas de edades muy tempranas, y su experiencia hace plantearse qué es lo verdaderamente importante para estos niños, o qué podemos extraer de ellos. Además, se asemeja mucho a mi forma de pensar de enseñar jugando siempre que se pueda, puesto que el disfrute no es tan solo del alumnado sino del propio entrenador/monitor.

Tras haber leído los comentarios veo que se ha comentado de todo un poco y que resulta difícil aportar algo nuevo, pero teniendo una ideología metodológica muy parecida a la de mi compañero Nicolás quiero aportar mis experiencias como monitor de natación, sin intentar repetirme como el compañero Antonio Muñoz, pero mostrando también los distintos problemas con los que te puedes encontrar en una empresa deportiva.

¿Qué haces cuando no puedes emplear el estilo deseado por incongruencias en la organización?

Fue el primer problema que se me planteó tiempo atrás cuando, tras el cambio de empresa ejerciendo de monitor de natación, pasé de llevar a un máximo de 10 niños de entre 5 y 6 años que no saben nadar en el vaso grande de la piscina, donde podía realizar diversos juegos, jugar con ellos y, sobretodo, mantener la seguridad de mis alumnos en todo momento; a llevar dos monitores un máximo de 24-26 alumnos de 5-6 años de edad la gran mayoría, sin saber nadar y en el vaso grande de la piscina, donde plantearé a continuación esta aberración de problemas que nos surgieron (a mi compañera monitora y a mí).

Por lo que he leído anteriormente los problemas con los niños en los deportes de equipo son muy parecidos o iguales a los problemas de la natación, exceptuando esa interacción social que tan importante es en un equipo y que la natación casi carece de ella, pero añadiendo un problema muy importante: si el niño se cae al agua no sabe nadar. Y debes basarte principalmente en la seguridad de los alumnos.

Por supuesto aquí se plantean los problemas: ¿qué niño se mantiene a flote con material? ¿Y sin material? ¿Cómo los organizamos para poder llevarlos a todos de forma segura? ¿Dónde se colocan los monitores? ¿Cuántos ejercicios dan tiempo a realizar? ¿Cómo hacemos para que los niños no pasen frío fuera del agua? ¿Qué juegos se podrían hacer de forma segura? ¿Cómo evitamos los accidentes dentro y fuera de la piscina? Y un sinfín de preguntas que nos convertía a ambos monitores más en dos policías para evitar que ocurriesen desgracias antes que dos educadores.

Es una experiencia en la que todavía me pregunto qué debería haber hecho y cómo, puesto que el estrés profesional y emocional tanto de monitores como de alumnos era elevado. Tan solo reduciendo el número de alumnos hubiese bastado para trabajar de forma correcta y adecuada, pero en la mayoría de los casos las empresas solo piensan en los beneficios que aporta a nivel económico, es decir ¿tener matriculados 12 o 24 niños en un nivel? La educación y formación de éstos pasa a un segundo plano, siendo realmente triste.

¿Conclusión? No sabría cómo decirle en esta época pero evitar venderse. Trabajar según nuestros ideales y disfrutar de lo que hacemos. Hoy puedo decir que ejerzo de monitor y disfruto de mi trabajo y de mis clases con mis alumnos.

ENRIQUE PORTA PÉREZ. Alumno de Metodología de la Enseñanza de la AF.

Marina Lobato ha dit...

En primer lugar diré que me siento identificada con Nicolás, ya que si alguna vez habéis tenido un equipo de niños pequeños a los que entrenar, siempre se nos plantea la pregunta de cómo hacer que aprendan baloncesto y que se lo pasen bien. Pues bien, este es un problema que nos sería relativamente fácil resolver si el deporte al que vamos a entrenar a esos niños, es el deporte que nosotros practicamos, y además nos resulta más fácil si estudiamos Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.

Como bien ha hecho Nicolás, ha buscado la forma de que los juegos que él plantea sean los correctos para enseñar lo que pretende y además que “sus niños” lo pasen bien. Como sabemos, no en todos los clubes o colegios en los que hay equipos de baloncesto o de cualquier otro deporte, hay entrenadores cualificados para llevar a cabo su labor como entrenador. Este es un grave problema, ya que ponen al frente de estos equipos de niños a personas que practican dicho deporte, pero que no saben enseñar cómo se practica. En concreto estoy hablando de mi caso. Hace 5 años, me ofrecieron entrenar un equipo de baloncesto de un colegio de mi pueblo. En aquella época yo cursaba 1º de Bachiller y practicaba el baloncesto, pero no tenía ningún otro título por lo que no sabía cómo se enseñaba. El resultado fue que yo modificaba los entrenamientos que me hacían a mí, para hacérselos a “mis niños” añadiendo algún juego. Como era de esperar, eso era un caos, los niños no aprendían la lógica del juego y muchos ejercicios les resultaban aburridos y perdían el interés, lo que llevaba a peleas y enfados.

Durante estos 2 años y medio que llevo estudiando Ciencias de la Actividad Física y el deporte, me he dado cuenta de todos los errores que cometía. El problema de estos casos es que no se puede contratar a gente que no sepa enseñar, parece que le den menos importancia a los equipos de niños más pequeños a los cuales ponen entrenadores poco cualificados (como era mi caso), y desde mi punto de vista y supongo que del de la gran mayoría, es justo desde las edades más tempranas cuando los niños tienen que aprender bien de qué trata el juego al que van a jugar. Por este motivo, es muy importante que desde bien pequeños, los niños tengan buenos entrenadores que sepan aplicar juegos a los conocimientos que quieren impartir.

Javier Estellés Portolés ha dit...

Este post en concreto que acabo de leer me ha parecido realmente adecuado y de gran valor para la asignatura que estamos estudiando de Metodología de la enseñanza de la AF y el Deporte. Se trata de una experiencia personal de un compañero que estoy seguro de que conforme los demás compañeros la íbamos leyendo, nos íbamos sintiendo cada vez más identificados con lo que estaba contando.

Es una situación en la que se encuentra uno cuando empieza a entrenar un equipo de niños ya sea de baloncesto, balonmano, fútbol, etc. En mi opinión, se plantea el dilema de ir a lo fácil, organizar sesiones totalmente controladas por el profesor pero a la vez absolutamente monótonas y aburridas para los niños; o bien darle vueltas a la cabeza y buscar la forma de optimizar el tiempo de entrenamiento, enseñándoles a los niños lo realmente significativo del juego a la vez que se divierten y se lo pasan bien, nutriéndose de los valores del juego y el deporte que practican.

Me parece una forma excesivamente conformista el colocarlos en filas y repetir una y otra vez el patrón de movimiento o habilidad que se quiera enseñar. De esta forma los niños ni se enriquecen de valores del deporte (como colaboración, compañerismo…) ni se divierten al tratarse de ejercicios analíticos y aburridos.

De ahí mi más sincera enhorabuena a Nico, que buscó la mejor forma de combinar ambas cosas; tanto la enseñanza de la esencia del juego en sí como los valores que esto transmite, todo ello de forma lúdica y de forma que los niños se encuentran en todo momento motivados hacia la tarea y se divierten a la vez que aprenden. Es fundamental la convicción que cada uno debe tener con lo que está llevando a cabo y desarrollando, y de ahí también mi convicción de que el juego es igualmente válido (o incluso más) que otros métodos de enseñanza para niños.

Evidentemente es más costoso el buscar un juego adecuado, la forma de aplicarlo y asegurarte de que contiene y enseña lo que buscas…pero me parece que de verdad vale la pena, no ir a lo fácil de organizar una sesión controlada a la vez que monótona y plantear un tipo de sesión jugada, idónea para el aprendizaje en edades tempranas.

Jorge Santolaya Penalba ha dit...

Totalmente acertado el post realizado por Nico. Supongo que muchos de nosotros nos hemos sentido identificados al leer este artículo porque, yo al menos, también llevo entrenando durando unos cuantos años a niños que se están iniciando en el fútbol.
Son muchísimas las personas que creen que cualquiera puede realizar ese trabajo y que se trata de una tontería. Cada día me sorprendo más al ver a propios padres entrenando al equipo de sus hijos como si fuesen unos entendidos, realizándoles a niños de 5 y 6 años ejercicios que han visto en la televisión haciéndolos al F.C. Barcelona. Y la verdad es que sí, cualquiera puede ser entrenador de un equipo de niños pero muy pocos logran hacerlo correctamente.
Como ya he dicho, me he sentido totalmente identificado, porque además de ser “entrenador” comparto la misma idea que mi compañero de enseñarles el deporte a través de juegos. Muchas veces he tenido que aguantar quejas de todos aquellos padres que saben tanto de todo y comentarios del tipo “¿Para esto apunto a mi hijo al fútbol, para que jueguen?”. Pero no tienen ni idea, no saben todo lo que se esconde detrás de ellos, no saben que al mismo tiempo se les esta dando la oportunidad a sus hijos de dejarles tiempo a que piensen si el fútbol es el deporte que realmente quieren practicar. No entienden que sus hijos sienten la necesidad de jugar y no de ir una hora al campo a hacer ejercicios sin sentido para sus edades, no entienden que a través de ellos se desarrolla la conducta de sus hijos, su carácter, una amplia variedad de dominio motor (no exclusivo del fútbol), de habilidades sociales, de sus capacidades físicas. No saben nada de cómo un simple juego puede afectar positivamente en sus hijos.
No entienden que tras ese planteamiento del juego existe la constante participación de los niños, que todos estos son preparados y variados a conciencia, que llevan una progresión y una planificación por parte del entrenador. No logran entender que ante niños de 5 años el entrenador es por encima de todo un educador y ni tan siquiera se pueden llegar a hacer la idea de lo que un simple juego guarda detrás.
A pesar de ello sigo fiel a mis ideas y cada día estoy muchísimo más convencido. A esas edades los niños sienten necesidad por jugar (lógicamente también habrá que realizar actividades pre-deportivas adaptadas a la edad y al deporte que estén practicando los niños).
Quiero agradecerle a Nico el post publicado y animar a la gente. He oído multitud de veces lo bonito que sería ser profesor de primaria o de niños pequeños en general, ya que ayudas a su formación, intervienes en formar a personas que en el momento no saben ni lo que es un círculo. Más bonito es lo nuestro, que podemos lograr todo eso, todo ese proceso de formación, todo ese aprendizaje… JUGANDO.

Mireta ha dit...

En mi opinión creo que mi compañero Nicolás Talón ha hecho un buen trabajo. Desde mi punto de vista (otro entrenador más) creo que es imprescindible el juego en edades tempranas como apoyo de una buena educación en todos los deportes. No solo debemos de tener claro lo que queremos transmitir a nuestros niños, sino la forma de transmitirla y creo que mediante juegos guiados es una buena opción, o en mi caso, una eficaz opción. Si creamos acciones de juego real pero en contexto modificado más fáciles de entender para niños, lograremos que aunque sigas sin tener idea de que deporte están practicando se diviertan, que cuando termine el entrenamiento se vayan contentos a casa. Creando estos juegos los niños realmente pueden aprender y participar, pueden comprometerse con nosotros porque les divierte lo que hacemos, pero nosotros, los entrenadores, no debemos descuidar que estamos ahí para enseñarles unos objetivos sobre nuestro deporte. Nosotros debemos de hacer que los niños se diviertan, que solo piensen en positivo cuando estén con nosotros. Después de un largo día en el colegio donde ya les han hecho multiplicar, estudiar verbos, etc … si además de todo esto le sumamos un entrenamiento sin diversión, solo con las “Típicas filas” de lanzamientos a portería o de cualquier otra cosa, solo llevara al abandono deportivos de los niños. Por ello pienso que el juego es el equilibrio perfecto entre estos dos mundos, el de la educación en el colegio o en sus casas, y la educación deportiva.

DAVID MIRA FERRERO

Noelia Domínguez Millán ha dit...

Cuando he leído este post,como la mayoría de mis compañeros, me he sentido muy identificada ya que pasé por una situación semejante.En mi caso debía dar unas clases de Funky Infantil a niños y niñas de edades comprendidas entre los 3,4,5 y 7 años como actividad extraescolar.Como bien dice Nico lo primero que se puede observar cuando se trabaja con niños de estas edades es que su principal interés es jugar,y no dudan en expresarlo y pedirlo una y otra vez.Yo seguí el mismo camino que mi compañero,intentaba hacerles una serie de juegos en los que aprendieran a seguir el ritmo de la música,a ser capaces de introducir algunos gestos técnicos en estos ritmos, y algo con lo que se divirtieran.Para ello me centraba en dos aspectos que hacían que los niños se motivaran más: música que lesles resultara familiar y les gustara, e intentar enseñarles las coreografías por medio de juegos.
En muchas ocasiones nos encontramos con niños de edades muy tempranas haciendo deportes,clases o actividades a las que les apuntan los padres porque desean que sus hijos sean unos deportistas de élite,porque quieren que los niños hagan actividades,ya que nadie pone en duda que son muy favorables en su desarrollo y aprendizaje ,o simplemente porque trabajan y necesitan que pasen algún tiempo con alguien que los tenga entretenidos y se responsabilice de ellos.
Por este motivo, me parece muy adecuada la opción de mi compañero Nico,ya que es una forma de que aprendan,de que la clase sea mucho más productiva,de que resulte más atractiva para los niños y como resultado se impliquen más en la modalidad deportiva o actividad que se lleve a cabo.

Estefania Alejos ha dit...

Tras leer este articulo he decidido comentarlo porque me veo muy reflejada en el, como mi compañero Nico, yo también llevo más de 5 años entrenando niños desde 6 a 14 años; en este caso a hockey hierba. He tenido el placer o la desventaja de pasar por distintos centros educativos y clubs.

La Fundación Deportiva Municipal, es la encargada de “gestionar” los grupos de niños. Así como las distintas federaciones, al comienzo de cada temporada deportiva, las distintas federaciones suministran una programación (lastima no poder adjuntarla), que se distingue a su vez en las diferentes categorías, en la cual explica los contenidos, objetivos generales como específicos y métodos de enseñanza. Año tras año es la misma y sin variaciones, lo cual creo que es negativo, por lo que es muy repetitivo tanto para los monitores como para los niños.

A continuación voy a explicar brevemente mi experiencia personal haciendo referencia a que se deben potenciar los juegos y no solo en las edades tempranas. Como he comentado anteriormente he podido contar con las experiencias de diferentes centros y de muchos niños diferentes, efectivamente a las edades más tempranas a la gran mayoría de los niños les da igual que deporte estén haciendo, solo quieren disfrutar y jugar, jugar y seguir jugando. Por ello en esas edades es conveniente que no se hagan ejercicios que solo tengan que ver con un deporte especifico, sino que se enseñen las habilidades básicas, motricidad… ya que les cuesta muchísimo mantener la concentración y sobretodo el orden. Cada vez que tienes que preparar una sesión para estas edades, tienes que tener una batería enorme de juegos y que cada vez sean más originales o llamativos… A mí en particular, las distintas asignaturas que hemos tenido en la universidad, junto con el tafad, me han ayudado a formarme y poder ser capaz de enseñar en esas edades tan difíciles.

Antes he comentado que no solo se deben hacer juegos en edades tempranas para la enseñanza. Como jugadora sénior a nivel nacional de hockey, pienso que los entrenamientos en lo que los juegos están incluidos hacen de esas sesiones más atractivas y favorecedoras. Los juegos son tanto para divertirse, como para enseñar y sobretodo para todas las edades.

Por ello el aprendizaje mediante el juego educativo, debería estar en cualquier programación escolar, deporte…

christian ballester ha dit...

En primer lugar felicitar a mi buen amigo Nico por el comentario que nos ha publicado, ya que creo que nos ha dejado algunas pistas muy importantes de cómo tenemos que conducir un entrenamiento deportivo en edades muy tempranas. Personalmente yo no tengo experiencia ninguna pero intentaría conducir los entrenamientos por ese camino, ya que el articulo me ha transportado a mi época en la infancia y me estaba acordando de aquellos maravillosos entrenamientos que hacíamos que en este caso era ¨futbol¨ en los que nunca terminaban y nos llevaban a tal aburrimiento que al final tenias que cambiar de deporte, pero en el que te encontrabas con la misma situación. Por suerte creo que hoy en día hay gente más formada y no ocurre ya tanto esta situación. En referencia a la utilización de los juegos en los deportes, el año pasado me hacía mucho la pregunta de que si realmente muchas cosas de las que estábamos dando en juego educativo servirían realmente para la iniciación en el deporte, y la verdad ha sido que cuando lees un articulo como el escrito por mi compañero te das cuenta de lo importante que pueden ser los juegos y la herramienta tan esencial que pueden llegar a ser.

Pablo Aparici ha dit...

En primer lugar, felicitar a mi compañero Nico por este post.
Nunca he tenido la oportunidad de entrenar a ningún equipo deporttivo, aunque mi deseo aumenta a medida que voy avanzando cursos.
A medida que los niños se hacen mayores, sus preferencias van cambiando, y, aunque su mayor motivación siempre sea la misma (jugar), tal y como van creciendo se van dando cuenta de que no es posible basarlo todo en el juego.
Por este motivo me parece muy interesante la propuesta de mi compañero de conseguir que mediante el juego, sus pequeños jugadores se introdujeran en el mundo del baloncesto.
Para ello es muy conveniente utilizar juegos que cumplan alguna de las necesidades del deporte en concreto, no vale cualquier juego. El juego elegido también hay que adaptarlo al nivel de los alumnos, evitando que se aburran por ser demasiado fácil y que no se salga de sus posibilidades.

A la pregunta de si es posible educar con juegos, creo que todos tenemos claro que si. Como bien ha dicho Nico, el entrenador es una figura muy importante en la vida de un jugador. En la hora que puede durar la sesión de entrenamiento, la figura del mister llega a ser más importante que la del padre que está en la banda viendo entrenar a su hijo. Es por eso que mediante los juegos, debemos transmitir valores como la cooperación, cumplimiento de las reglas, y sobre todo, competitividad. La vida es una competición constante, y debemos preparar a los jóvenes para ello, pero eso si, una competitividad sana donde a veces se gana y a veces se pierde.

Gonzalo Gutiérrez ha dit...

Como el resto de mis compañeros, hay que agradecer a Nicolás Talón el esfuerzo que ha hecho publicando este post para que el resto podamos comentarlo. De hecho si no me equivoco es uno de las comentados por lo tanto creo que nos sentimos bastante identificados con el problema que tiene Nico con sus niños ya que quien mas y quien menos todos hemos tenido este dilema y todos nos hemos visto al borde de un ataque de nervios cuando nos veíamos rodeados de lloros, peleas y un pasotismo generalizado.
Bien, después de esta introducción quiero hacer saber a Nico mi opinión y sobre todo mi experiencia con niños de estas edades los cuales yo entreno en La Nucía a futbol, no a baloncesto.
Yo también empecé con niños de 8 y 9 años, que al principio se desmadraban y sus peleas eran aun peores que las de los pequeños porque estos sí que se hacían daño de verdad, pero lo que yo intentaba como bien a explicado mi compañero era camuflar "ejercicios" en "juegos" de esta forma estaban trabajando y perfeccionando técnicas que ni ellos mismos se daban cuenta.
El problema es cuando los niños son demasiado pequeños, yo creo que lo que se debe hacer es tratar el deporte y la actividad física de una forma más general y no tan especifica orientándola a un solo deporte. A los críos les gusta correr, pillarse, y sobre todo jugar, pues bien, hagámoslo y poco a poco vayamos introduciendo los elementos de tu deporte en concretos, mete pelotas más pequeñas y de colores para que les sean atractivas y más adelante ya les pondrás los balones grandes, hazlos correr por todo el campo y ya llegara el día en que sepan situarse.
Decirlo de palabra es fácil, lo complicado es hacerlo, pero como te digo creo que antes de darles un balón debes hacer que se interesen por el deporte y sobre todo hacer que se diviertan para que tengan siempre ganas de ir a tus entrenamientos.
Pero sobre todo, tener muchísima paciencia con ellos aunque haya que explicarles cosas 10 veces y solo hagas un "juego" en toda la sesión.

Francis Paricio ha dit...

En primer lugar, felicitar a Nicolás por su publicación, ya que por lo que veo a generado gran expectación, sobre todo entre todos los compañeros de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte que por lo que veo, la mayoría entrenamos o hemos entrenado a un grupo de niños en un determinado deporte.
Después de todo lo que se ha dicho y que estoy totalmente de acuerdo dejo 5 pautas que yo he seguido y q creo q ayudan mucho a la hora de afrontar entrenamientos con niños.
-Lo primordial es conocer la materia prima es decir los niños y tener claro que estamos trabajando con personas en un periodo de evolución y formación y que aun no están desarrollados. Por lo tanto hay que tratar a todos los niños de forma igual, eliminando los roles de “buenos” y “malos”.
-Hay que hablar siempre desde una orientación positiva, valorando las mejoras que van haciendo.
-Entender cómo se debe de trabajar la lateralidad.
-Como organizar los entrenamientos para tener a todos los niños en activo.
-Hacer que todos los niños jueguen por igual.

Albor ha dit...

Comentar en este post me viene que ni pintado…

El año pasado empecé a entrenar a niños de entre 5 y 6 años a fútbol basando todos los entrenamientos en el juego, usando el balón todo lo posible, desarrollando su coordinación, trabajando la lateralidad, intentando que desarrollaran la comprensión y el pensamiento, y que de una manera global fueran asimilando factores técnico-tácticos transferibles al futbol. En los 15 minutos finales juegan al futbol, siempre utilizando diferentes variantes espacio temporales, poco a poco fui observando una evolución totalmente positiva en su progresión, y los nenes se lo pasan pipa.

Por otro lado, como comenta Nico, intento en todo momento transmitirles unos valores positivos y educativos de respeto y ética. Para esto tuve que pensar como hacer para quitarles ese afán por conseguir la victoria en cada juego, y lo que hice fue involucrarme yo mismo con el grupo, haciendo de comodín o si eran impares posicionándome con el equipo de menor número. Con esto estoy consiguiendo mi propósito, ya que busco el empate en cada juego y ellos me dicen: “Somos todos buenísimos porque siempre empatamos” y nadie se va a casa cabizbajo por haber perdido en un juego, o en el partidillo final…

Ahora bien, resulta que al llevar unos meses con los niños me enteré que el anterior entrenador que tenían era un chico que les hacia un trabajo totalmente contrario al mío, venía de jugar a futbol toda su vida, pero sin ninguna formación pedagógica, y les hacía entrenes como el de los mayores, y los nenes y sus papis acabaron hartos, aunque no todos los papis… Me pasó parecido a lo que dice Borja en su comentario, resulta que uno de los papis ha jugado a futbol en su país, y hay otro que es profesor de educación física desde hace 20 años. A estos dos papis los observaba algo confusos con mi método, y finalmente decidí mandar un comunicado donde les explique a todos, sin centrarme en ningún padre en concreto, por supuesto, el porqué de los entrenamientos jugados haciéndoles entender el procedimiento. Al final del año les hice una serie de preguntas para ver si estaban contentos con los entrenamientos y la progresión de sus hijos, y me llevé la sorpresa de que todos estaban muy de acuerdo, sus hijos se divertían y encima estaban aprendiendo a jugar. Por cierto, Borja, pienso que haces lo correcto.

Por ultimo, este año se les dio la opción de empezar a competir en una liga interna entre colegios, donde se supone que se busca el divertimento y aprendizaje de los pequeños, donde no existe clasificación tan siquiera. Y al empezar a jugar partidos he observado otros dos puntos preocupantes: Por un lado los papás de los nenes meten una presión a sus hijos que logran que se pongan nerviosos, les invada la presión, y no disfruten al 100%, por otro lado los entrenadores de los demás equipos no tienen consideración ninguna cuando son superiores a otros equipos, no dejan jugar y se aprovechan de su nivel debido sobretodo a la edad, ya que por ejemplo nosotros es el primer año que participamos en esta liga, los nenes tienen 5 y 6 años, y en la mayoría de los demás equipos los nenes son mas mayores y llevan 2 años jugando en competición. Intentando subsanar un poco estos puntos, he hablado con los papás de los míos, para que al menos nosotros no hagamos que los niños sufran esa presión innecesaria. Luego, cada vez que jugamos contra otros comento con los entrenadores brevemente el tema de meter demasiada presión (a la par que goles), para ver si poco a poco nos concienciamos en la importancia de jugar y dejar jugar en estas edades tan tempranas, sin poner el énfasis en la victoria.

Muy bueno Nico!
(Si alguien estuviera interesado en ver los archivos que les mandé a los papis que me lo diga y se los mandaré sin problemas)