dijous, 27 de desembre del 2012

Las excursiones, ¿son una manera diferente de aprender?

 Por Alberto Navarro Benavente,
estudiante de Metodología de la enseñanza de la AF y el Deporte

¿Cuántos padres y madres han pensado lo bien que se lo pasan sus hijos/as en una excursión? Muchas son las personas que entienden la excursión como una forma de diversión, porque lo es, por supuesto. Otras veces, se ha catalogado como una pérdida de tiempo. Pero de lo que no todos se dan cuenta, es de los beneficios que conlleva salir de excursión a una montaña, a la nieve, a una granja, a una fábrica, a un museo, a un teatro, a un parque de atracciones o incluso a una jornada de deportes que reúna a diferentes escuelas. Así pues, se pueden considerar como una parte del aprendizaje de igual o mayor importancia que la asistencia a las clases diarias mismas.

Cualquier salida en grupo, sea cual sea el lugar de destino, siempre lleva consigo una serie de aspectos positivos, entre los que destacamos la recreación, la relación interpersonal, el componente lúdico y el aprendizaje fuera de la disciplina escolar. Además, supone un cambio respecto a la rutina a la que los alumnos están sometidos y de este modo tienen la oportunidad de ver nuevos paisajes y ambientes. A su vez, salir de excursión al medio natural aporta una serie de beneficios en función de los objetivos que se deseen lograr a través de ella. Salir de visita a la naturaleza a realizar senderismo en una clase de niños de 5º de primaria, por ejemplo, puede ser un complemento idóneo de una clase teórica de la asignatura de medio ambiente. En tal visita, los educadores pueden explicar las diferentes especies, tanto animales como vegetales, que se encuentren a su paso, no siendo esta una manera aburrida de aprender para los alumnos, y que además les proporciona un desarrollo intelectual, moral y físico.

Por otro lado, sí es verdad que cualquier actividad extra-escolar supone una serie de responsabilidades para el educador que en la escuela no tiene¹. Pues el peligro, por ejemplo, es mayor, ya que los niños no se encuentran en un recinto cerrado del cual difícilmente pueden salir. Visto de otro modo, un entorno rural es el aula ideal para la Educación Física, donde se pueden realizar actividades de especial interés.

Así pues, como afirma Pestalozzi (Zúrich, 1746-1827), excelente educador y mejor pedagogo, las excursiones y actividades extra-escolares acuden al método intuitivo para ser llevadas a cabo, puesto que aportan un desarrollo de las facultades de los niños mediante la observación y el análisis de los objetos que los rodean, y así llegan a conocer también sus utilidades. En el siguiente vídeo, se ve reflejada a la perfección la ideología de Juan Enrique Pestalozzi, basada en el método intuitivo:


Mediante la intuición, este pensador alemán, trata de hacer referencia a tres principios: naturalidad, educación elemental y educación física. Su ideología lo lleva a aplicar ciertos conceptos teóricos al campo de la educación física, con lo que evidencia su aplicación a nivel práctico.

Por todo lo expuesto, podemos considerar las excursiones como el enriquecimiento y la ampliación de la experiencia adquirida en el centro escolar. Son, pues, una innovación pedagógica e imprescindible para las escuelas modernas², dado el componente educativo al cual podemos llegar sólo a través de ellas. Porque, como dice en el artículo Educar fuera del aula los paseos escolares durante el porfiriato, “La innovación podía ponerse en práctica a través del desarrollo de la educación moral, que era la de la voluntad, sobre la cual se formaba el carácter de los niños, ”el fin supremo de la escuela que equivale a formar hombres” (Boletín de Instrucción Pública 1907:99)”.

Referencias:

(1) BARBA, J.J. (2006). Deslizándonos por la nieve en la Escuela Rural. La actividad física del tiempo libre entra en el aula. Ef deportes, 94, Buenos Aires.

(2) MARTINEZ, L. (2002). Educar fuera del aula los paseos escolares durante el porfiriato. Revista Mexicana de Investigación Educativa, 7(15); 279-302.

9 comentaris:

Sergio González ha dit...

No veo muy claro el cambio que se produce con el método de Pestalozzi. Si he entendido bien, previo a él los alumnos recibían los conceptos dentro de un contexto, es decir, en la propia naturaleza, recibiendo unos conocimientos que daban por sentados porque los veían. Pero por el método de Pestalozzi se extrae esos conocimientos del contexto introduciéndolos directamente en clase, es decir, deja a los alumnos sin ese contexto para que tengan que construir su aprendizaje desde la intuición, sin saber de donde proviene ese conocimiento.

Tampoco veo muy significativo el ejemplo que deja el video de la piedra. En qué consiste conocer una piedra o qué es una piedra. ¿Y cómo se aprendía presentando los objetos en clase? Pues no dice nada de si se guiaba mediante preguntas a los alumnos para que descubrieran lo que era ese objeto…; o simplemente se les decía lo que era ese objeto y se esperaba un pensamiento crítico del alumno por hallarse fuera del contexto…; o… ¿cómo?

Más sensata o mejor entiendo la idea de introducir un componente teórico en la educación física, de manera que se evidencie a nivel práctico. Tiene que ver con conceptos como el conocimiento en sentido fuerte o el “saber como” de Arnold, saber dar cuenta del porqué y cómo de nuestras acciones, más allá de saber hacer.

Volviendo con Pestalozzi y su método de extraer el conocimiento del contexto con el fin de fomentar la intuición, lo quiero relacionar con los tipos de estrategias a la hora de un aprendizaje práctico deportivo. Como sabemos, existe un estilo analítico que aísla las acciones del juego real y un estilo global que trata de integrar lo aprendido partiendo del juego. ¿No se asemejaría más este método de Pestalozzi al modelo analítico, más criticado ahora en la metodología del deporte actual?

En mi opinión lo ideal sería fomentar esa intuición hacia los conocimientos pero sin perder el contexto del que provienen: aprender una metáfora leyendo, un bloqueo jugando, la gravedad experimentando, el ritmo golpeando, el fuego “quemándonos”…

De ahí que no entendiera el cambio que se produce con el método de Pestalozzi pues es cierto que se dejan de aceptar conocimientos dados, pero estos se extraen de donde provienen, de su contexto (naturaleza).

Creo que va en contraposición a lo que como bien se ha dicho buscan las excursiones, que es un enriquecimiento práctico y ampliación de lo teórico de la escuela, dentro de un contexto real. En mi opinión es más valiosos y deberíamos aprender directamente de forma práctica, aunque siempre son necesarias unas bases teóricas.

De igual modo, creo que la excursión en nuestra época se trata más de una vía de escape a la rutina o forma de ocio que de un acercamiento práctico al contenido que tratamos de aprender.

Unknown ha dit...

Tras haber leído este post, me gustaría destacarlo, ya que en él se tocan varios temas como el de la naturaleza y unas formas de aprendizaje que no se corresponden con las habituales en las aulas.
En mi opinión las excursiones, son clases que organizadas y preparadas correctamente pueden ser clases muy válidas y que pueden aportar significado y conocimiento que no se transmite en el aula. Además de ofrecernos conocimiento también nos aporta aspectos muy positivos como la recreación, las relaciones interpersonales, el componente lúdico y el aprendizaje fuera de la disciplina escolar, como ha comentado Alberto.
Estas formas de plantear una sesión fuera del aula, pueden incentivar a los alumnos y despertar la curiosidad sobre esas asignaturas, de modo que los alumnos disfruten a la vez que aprenden.

Me gustaría destacar una situación que me ocurrió hace 3 años nada más empezar la Universidad. El primer año de carrera lo cursé en otra Universidad, y allí teníamos una asignatura que es Antropología, aunque suene un poco raro, sí nos llevaron de excursión a la montaña, y allí desarrollamos una sesión con contenidos de la asignatura, con el fin de afianzar y poner en práctica esos contenidos. Una vez allí entre otras cosas debíamos ser capaces de aprender a hacer herramientas, aprender a cazar, mejorar la puntería con las armas realizadas,… Todo esto te hacía meterte dentro de la asignatura y te hacía sentir como nuestros antepasados podían realizar aquellas tareas.
Con esto destacar, la importancia de esa sesión que además de involucrarte en la propia asignatura, nos hizo pasar un día divertido, en el cual estábamos constantemente haciendo grupos, de forma que fomentábamos el trabajo en equipo y la cooperación ,etc…

De ahí el gran valor como afirma Pestalozzi de que a través de las excursiones y actividades extra-escolares nos lleven al método intuitivo, y hagan que los niños a través de la observación y el análisis, conozcan las utilidades de aquello que les rodea.

MIGUEL JUAN FABRA ha dit...

Esta es una de aquellas publicaciones que nada más verlas te entra la curiosidad de leerlas. Esto se debe a que su titulo relaciona una palabra como excursión asociada a un tipo de actividad extraescolar enfocada al disfrute de los niños, a pasar un día diferente con otra palabra muy importante en nuestro entorno y sobre todo en la asignatura de Metodología, como es aprender.

De entrada, un gran número de personas no se les pasaría por la cabeza que en una excursión se pueda aprender, es decir la gran mayoría de personas relacionarían una excursión con un actividad de disfrute para que los niños vieran satisfechos sus deseos de salir del colegio, pasaran un día diferente y al día siguiente de la excursión estuvieran menos revoltosos y más atentos a las explicaciones del profesor.
En cambio, la realidad como nos explica nuestro compañero Alberto y como añade Vicente es muy diferente, ya que en las excursiones se puede aprender y mucho.
Para que esto suceda, una excursión debe planificarse de una forma adecuada, antes de su realización debe pensarse el objetivo por el cual se realiza, y a partir de ahí debe organizarse pensando en que consistirá la excursión, donde se ira, que se visitara y cuando, donde, como y quien impartirá una serie de conocimientos o realizara una serie de explicaciones para que los niños aprendan unos contenidos.
Cuando todos estos detalles se cumplen, una excursión puede aportar un gran número de beneficios para nuestros alumnos y puede serles muy útil.

Respecto a las excursiones podríamos plantearnos la siguiente pregunta, ¿Por qué los alumnos necesitan excursiones? Esta pregunta se podría responder de una forma sencilla, ya que las excursiones son una parte esencial de algunas áreas de estudio como la ciencia y la historia, agrupadas en la asignatura de conocimiento del medio. Por lo que esta asignatura, debe completarse con algunas lecciones que solo se pueden aprender fuera del aula. ¿Quién ha realizado en su vida alguna excursión relacionada con esta asignatura? A esta pregunta casi la totalidad de los estudiantes contestarían que han realizado alguna excursión relacionada con la asignatura de conocimiento del medio. Con esta información, podríamos llegar a la conclusión de que las excursiones son esenciales para la experiencia educativa en todos los niveles y en todas las formas. Además, estas pueden proporcionar a los alumnos unas experiencias que no pueden ser duplicadas en la escuela pero que son, sin embargo una parte integral de la instrucción escolar.

Para finalizar con mi comentario, voy a exponer algunos datos de interés de la relación entre las excursiones y el aprendizaje, una clasificación de las excursiones y una lista de sus objetivos.

Un estudio realizado en dos escuelas medias de Maryland con respecto a excursiones en línea Thinkport demostró que estas experiencias ayudaron a mejorar la lectura de los alumnos y a generar logros académicos más grandes.

Las excursiones se podrían clasificar según el decreto 1077/1978 de "Excursiones Escolares" y "Turismo Escolar y Viajes de Estudios" de la Jurisdicción Argentina de la siguiente forma:
1- Excursiones de 1 o más horas de clase, que no excedan el día escolar, organizadas por el o los docentes de uno o más cursos y el director de la escuela.
2- Excursiones de hasta dos días, pudiendo extenderse dos días más, siempre que éstos sean inhábiles, en la que pueden colaborar en la organización los padres.
3- Viajes de estudios de dos o más días, dentro y fuera de la jurisdicción nacional promovidos por organismos oficiales que se realicen en cualquier época del año, para los cuales se proponen itinerarios especiales y se cumplen requisitos propios a las características y extensión de tal excursión.


MIGUEL JUAN FABRA ha dit...

Continuación del comentario:

Una lista de objetivos de la realización de las excursiones sería la siguiente:
• Completar o desarrollar los contenidos impartidos en la docencia y contribuir a que los alumnos logren la adquisición de conocimientos.
• Adquirir conocimientos directos del lugar donde viven, de su provincia, de su comunidad autónoma o del país.
• Ampliar la formación cultural y la comprensión del sentido y funciones de las instituciones públicas.
• Desarrollar sentimientos de solidaridad y cooperación.
• Valorar el sacrifico y el esfuerzo humano manifestado en obras de mejoramiento y de transformación del medio, como también valorar la importancia del trabajo.
• Conocer el valor y el significado histórico y cultural de los lugares visitados.


REFERENCIAS:

- Wass, Stephen (1990). Salidas escolares y trabajo de campo en la educación primaria. Madrid: Ediciones Morata, S.A.

- Covarrubias, Patricia y Martinéz, Cladia C. (2007). Representaciones de estudiantes universitarios sobre el aprendizaje significativo y las condiciones que lo favorecen. Perfiles educativos, v.29 n.115.

Unknown ha dit...

Este post me ha llamado mucho la atención porque me ha recordado a mi infancia, cuando yo era niño y viajaba con mis padres, y unos amigos de mis padres en furgoneta, 2-3 semanas a viajar por España y visitar los medios naturales que goza nuestro País.
Me ha parecido interesante este post, y lo relaciono con mi infancia porque tanto mi madre como las madre de la otra furgoneta con la que íbamos son profesoras (biólogas), y por tanto, aparte de disfrutar de las vacaciones siempre intentaban enseñarnos y explicarnos las cosas más significativas de cada lugar al que íbamos (y casi todo relacionado con los temas de biología que son los que mas dominaban ellas).
Cuento esta pequeña historia de mi vida porque aunque parezca insignificante hacia la materia, aún recuerdo muchas cosas de las que nos explicaban, a pesar de que nosotros no les hacíamos mucho caso porque éramos unos niños y no nos parecía importante. Aquí creo que está la parte mas buena y bonita de las excursiones, porque los alumnos se creen que “van de paseo” por la montaña pero sin darse cuenta están aprendiendo diferentes cosas casi sin darse cuenta.

En relación a las excursiones en los colegios, opino que son un buen método de enseñanza, pero por la experiencia que tengo, están mal planteadas (por mi experiencia en el colegio) porque se realizan con una clase de 30-35 personas, que si ya son complicadas de impartir y conseguir que los alumnos estén atentos en clase en un medio cerrado, al estar en un medio natural y abierto es mucho mas complicado.
Por todo esto lo que yo propondría sobre todo a los colegios el realizar este tipo de actividad pero con la mitad de alumnos, cosa que permitiría mantener controlados a todos ellos y así conseguir que fuese un día mucho mas rico académicamente para ellos. Sin olvidar los valores que se aprenden en una excursión como pueden ser el compañerismo (a la hora de pasar un piedra), y la diversión y la motivación que les crea a los alumnos un día “fuera de la escuela”.

Josep Llorca ha dit...

He volgut comentar aquest post perquè em sento identificat en el que anomena el nostre company Alberto Navarro, les excursions en les escoles són del tot necessàries per a l’aprenentatge de l’alumne, per a que sigui un poc autodidacta i s’adone com són les coses en la realitat del que ens envolta. Són una forma de posar en pràctica la teoria que es dona en el interior de classe, ja que els professors, com bé alguns de ells ja ens ho han fet per a posar-nos a prova, ens poden enganyar, per veure la nostra capacitat de assimilació i de debat alhora de analitzar el manifestat a classe si no les creiem certes, donant-nos falses concepcions de la realitat de l’exterior.

Aquesta metodologia intuïtiva de Pestalozzi es semblant al pensament pedagògic autoestructurant, també anomenada escola nova, sorgida en el segle XVIII, en el que l’alumne té la capacitat d’educar-se a sí mateixa, pedagogia que privilegia l’experimentació, el taller, l’activitat espontània, entre altres, sent el professor un mer mediador en el procés d’ensenyança. Aquesta pedagogia, del que es tracta és de buscar preparar al individu per a la vida, en el que el xiquet genera el seu propi coneixement, l’experimentació, la vivència i la manipulació ocupen un paper central. Per el contrari, es troba l’escola tradicional, que en resum, és la que el professor ensenya mitjançant la exposició contínua del temari i la repetició de exercicis, pedagogia la qual encara es dona en molts centres en l’actualitat, fet que ha de canviar radicalment (1).

Per a mi, el millor aprenentatge seria una mescla entre aquestes dos pedagogies, donant-li més importància a la pedagogia autoestructurant, cada temari que s’exposarà en classe realitzar una excursió a un lloc determinat o, per a que no fora econòmicament complicat, un simple taller, per a que l’alumnat s’adonés de la realitat de com són les coses, ja que en el sentit de la vista es com comprovar el que abans, mitjançant el sentit de l’oïda, s’ha exposat per boca del professor, d’aquesta manera la millor pedagogia seria l’exposició del professor del temari en concret per a, posteriorment, la vivència i l’experimentació de l’alumnat i que ell mateixa pugui arribar fins la fi de l’aprenentatge de tema en concret, generant el seu propi coneixement.

1. Jiménez Avilés ÁM. La escuela nueva y los espacios para educar. Revista Educación y Pedagogía. agosto de 2009;21(54):103-25.

Pedro Gundín Fernández ha dit...
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Pedro Gundín Fernández ha dit...

Es cierto que la mayoría de las personas, como bien comentan Alberto, Vicente y Miguel, piensan que las excursiones no son más que actividades recreativas, orientadas únicamente al disfrute de los niños, y que, por lo tanto, son una completa pérdida de tiempo, desde el punto de vista pedagógico.

Sin embargo yo considero que las excursiones son mucho más que eso, pues las excursiones ofrecen muchas posibilidades pedagógicas que no aportan las clásicas y convencionales clases en las aulas. Las excursiones son otras clases más, pues también se transmiten conocimientos en ellas, porque ¿las lecciones tienen que darse entre cuatro paredes para que transmitan conocimientos?, ¿lo que es divertido no es educativo? Yo considero que no, da igual que el conocimiento se transmite en una clase convencional, en un pabellón, en el patio del colegio, o en cualquier lugar exterior al recinto escolar. Además el hecho de que la gente piense que lo que es divertido no es educativo deriva, según mis consideraciones, a que la escuela actual es como una prisión, una cárcel, a la que hay que hay que asistir obligatoriamente aunque los niños no estén motivados. En esto último influye la metodología de enseñanza actual, basada en la aceptación y repetición de lo que dice el maestro.

Considero que las excursiones son la herramienta ideal para motivar al niño a aprender unos determinados conocimientos, incluso en las posteriores clases teóricas convencionales. Además proporcionan un espacio en el que pueden realizar actividades que en el recinto escolar son imposibles, por las características de éste último. Las excursiones físicas normalmente están ligadas a la práctica de actividad física, por lo que se integra en la misma excursión la educación física con conocimientos de otras materias, como pueden ser perfectamente ciencias de la naturaleza y ciencias sociales, pero también otras como música, lengua y literatura, por citar algunas. A parte de estos beneficios, las excursiones ayudan a desarrollar las relaciones sociales, pues dan a los alumnos la oportunidad de relacionarse con otros niños, cuando en la excursión participan más de una clase, y de hacerlo de una forma distinta a la que se da dentro del recinto escolar.

Para finalizar, decir que para limpiar la mala imagen que tienen las excursiones, a nivel pedagógico, se debería mejorar notablemente la planificación de las excursiones, estableciendo unos objetivos bien claros, como dice el compañero Miguel, y relacionándolos de manera clara y concisa con los contenidos del currículum escolar. Una vez realizado este paso, se podría imprimir y entregar a los padres de los alumnos para que vean los contenidos que van a aprender sus hijos en la excursión, y poco ir cambiando la imagen que tienen los padres de las excursiones.

Alejandro Ferrer ha dit...

Está bien este post de Alberto, ya que nos recuerda que las excursiones tienen importancia en la escuela y en muchas de las asignaturas que se cursan, aunque muchas personas piensen que no son más que una pérdida de tiempo, incluso muchos profesores lo piensan. También veo normal que la mayor parte de docentes piensen así de las excursiones, ya que conforme vamos pasando de curso, normalmente se van haciendo menos excursiones, y cuando llegamos a bachillerato, se buscan las salidas justas y necesarias, ya que cuando acabemos esos dos años nos tenemos que enfrentar a unos exámenes donde se nos va a preguntar sobre lo que está escrito en el libro y por tanto todos los profesores quieren dar todo el temario para asegurarse de que vamos bien preparados, y con el poco tiempo que hay de curso para darlo todo, es normal que no quieran y no vean con buenos ojos, las salidas escolares, aunque también pienso que esta mentalidad debería cambiar.

Es verdad que las excursiones nos sirven para poder ver o experimentar de forma directa lo que antes se nos ha explicado en clase, o después se nos explicará. Las excursiones sirven para multitud de asignaturas, ya sea Conocimiento del Medio, como ha dicho el compañero Miguel, como también en Educación Física, ya que vendría muy bien salir de la escuela para realizar una sesión de orientación, por ejemplo, en un lugar desconocido.

Por otra parte, me gustaría hablar de cómo está afectando el momento económico actual a estas salidas escolares, ya que, en estos momentos de crisis, la educación pública, está recibiendo grandes recortes y el presupuesto para realizar las excursiones disminuye de forma notable. Las excursiones son una de las principales actividades que se suprimen en las escuelas o se recortan si se ve reducido el presupuesto, no solo porque en ocasiones son importantes cantidades de dinero, sino también porque algunos profesores no les dan la importancia que en realidad tienen y prefieren continuar dando sus clases de la forma que siempre se ha hecho. Además, muchos colegios han decidido no realizar algunas salidas escolares como medida de protesta contra estos recortes en educación que se están realizando, y otros, no realizan excursiones para que no haya discriminación entre el alumnado, ya que muchas salidas son caras y parte de las familias de algunos alumnos no pueden permitírselo. Por ello, cada vez más, se realizan salidas a lugares más cercanos, se recortan los días de estancia, o directamente no se sale. Esta falta de salidas escolares, también lo notan los centros culturales, teatros o museos, ya que los colegios que antes iban a visitar todos estos lugares ahora no la harán.

http://www.diariodeleon.es/noticias/leon/los-ninos-se-quedan-sin-excursion_752146.html

Diario de León. Los niños se quedan sin excursión. Sonia Vidal. 16/12/2012